Berlín, 25 feb (EFE).- La excandidata demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton, en el festival de Berlín para presentar una serie documental sobre sí misma, dijo hoy que la mayor lección de su vida ha sido encajar las críticas sin tomárselo a nivel personal, al tiempo que aseguró que todavía le queda mucho por hacer.
En una rueda de prensa en la Berlinale, Clinton señaló que en lo que respecta a su vida pública y política, la mayor lección extraída «debería ser la de tomarme las críticas en serio, pero no a nivel personal» y no dejar que te desalienten, sino «seguir adelante».
Debería ser posible ser juzgado por los méritos de uno, dijo Clinton, al comentar que al ser en su día la primera mujer candidata a la presidencia de Estados Unidos «todos tenían prejuicios, opiniones y expectativas puestas en una sola persona».
«No tiene que gustarte nadie en política, no tienes que estar de acuerdo con nadie, pero ahora mismo estamos en un punto en el que más vale que dejemos claro que en democracias como la vuestra y la mía es la gente del país la que elige a nuestros líderes, no la intervención extranjera, la desinformación en las redes sociales, la propaganda, material robado», dijo por otra parte.
En este sentido subrayó la necesidad de «enfrentar de manera directa» lo que ha pasado y está pasando en Estados Unidos y otras partes del mundo en términos de gobernanza democrática.
«Todavía podemos ir en la dirección política que elijamos, pero debería ser nuestra elección», subrayó la exprimera dama.
PUTIN, TRUMP Y WEINSTEIN
En este sentido se refirió de manera directa al jefe del Kremlin, Vladímir Putin, del que dijo estar segura que no la «malinterpretó».
«Creo que sabía perfectamente quién era y que me pondría en pie por la libertad y la decencia y para crear relaciones fuertes entre las democracias occidentales para defender Europa y la OTAN», afirmó.
Así que cuando Putin ordenó a su servicio de inteligencia a que fueran a por ella y dijeran cualquier cosa negativa que pudiera decirse, «no fue porque no me entendiera, fue porque quería derrotarme», aseguró.
Clinton se refirió asimismo a las primarias demócratas de cara a las elecciones presidenciales de 2020, y señaló que esperará a ver a quién nominan, pero en todo caso que apoyará al nominado.
«Supongo que no les sorprenderá oirme decir que es imprescindible que jubilemos al actual» presidente, agregó.
En opinión de Clinton, la campaña de Trump en su día y su manera de gobernar «sin duda han alentado a líderes autoritarios, ha alentado una política de insultos» en la que «te elevas a ti mismo escogiendo como objetivo a otros, ya sean inmigrantes, minorías, gente de otras religiones u homosexuales».
«Hay gente que claramente sigue este modelo que creo es una amenaza seria para la democracia» dijo y subrayó el hecho de que Trump siente «una gran admiración por líderes autoritarios» y que ejercen el poder de manera «irresponsable».
Clinton se refirió asimismo a la condena contra el productor de cine Harvey Weinstein y señaló que «el veredicto del jurado habla por sí mismo y es obvio que es algo que la gente ha seguido, porque era hora de rendir cuentas, y el jurado claramente lo vio».
Respecto a la contribución del magnate del cine a las campañas demócratas, Clinton reconoció que «ha contribuido a todas: Barack Obama, John Kerry, Al Gore, todo el mundo».
«No sé si esto debería desanimar a otras personas a contribuir en cualquier tipo de campaña política, pero definitivamente debería acabar con el tipo de comportamiento por el que se le ha condenado», zanjó.
NO ES HORA TODAVÍA DE HABLAR DE LEGADOS
Preguntada sobre el legado que desea dejar, Clinton aseguró no estar todavía en ese punto de su vida de mirar hacia atrás.
«Todavía hay tantas cosas que hacer, de las que hay que hablar cada día. No pienso en mi legado, pienso en como garantizar atención sanitaria a todos los estadounidenses, en cómo hacemos con el cambio climático, en cómo jubilamos a Donald Trump», dijo.
Respecto al documental, «Hillary», que ha ido a presentar a la Berlinale, Clinton dijo que es un filme que la retrata de manera excelente desde todos los ángulos, con sus virtudes y defecto, con sus puntos de vista y sentimientos.
Pero no es un documental sólo sobre su vida, sino sobre un abanico de mujeres, sobre política, «sobre todos los desafíos que cualquier persona enfrenta durante su vida».
Según su directora, Nanette Burstein, la pregunta que busca responder su serie documental, de 252 minutos, es quién es la verdadera persona detrás de Hillary Clinton, a la que han puesto «tantas identidades diferentes «y que es glorificada por unos y descalificada por otros.
Elena Garuz