Reynosa (México), 9 ene (EFE News).- Un migrante al parecer mexicano se quitó la vida en el Puente Fronterizo Reynosa-Pharr luego de que se le negara el ingreso a Estados Unidos, informaron este jueves fuentes de la Fiscalía General del Estado de Tamaulipas (noreste de México).
Las fuentes dijeron a Efe que peritos de la Fiscalía acudieron al lugar de los hechos, en el Puente Internacional Reynosa-Pharr, en Texas, para iniciar las investigaciones del caso.
«Ya se está tratando de contactar a los familiares del occiso», dijo una fuente, y precisó que los hechos ocurrieron el miércoles alrededor de las 5 pm hora local (6 pm EST).
De acuerdo con testigos del suceso, el migrante -de quien no se ha relevado la identidad pero de quien medios locales afirman que es un mexicano de unos 30 años de edad- se aproximó a dos agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos en el puente e intentó ingresar a territorio estadounidense por el área de automóviles.
Sin embargo, el individuo fue interceptado y, después de discutir con los agentes, retrocedió al serle impedido el ingreso a Estados Unidos.
Minutos después se aproximó a un muro de contención en territorio mexicano para sacar de entre sus ropas un cuchillo, y frente decenas de automovilistas y peatones se degolló, cayendo al suelo y muriendo de forma casi inmediata pese al auxilio que brindaron algunos testigos.
Al lugar llegaron también paramédicos de la Cruz Roja, que nada pudieron hacer porque el hombre ya estaba muerto.
El cruce fronterizo tuvo que ser interrumpido debido a los trabajos de autoridades mexicanas que procedían a fotografiar la escena y el levantamiento del cuerpo.
La Policía federal y la estatal acordonaron la zona, para que los peritos comenzaran las investigaciones correspondientes.
Un caso similar ocurrió en la ciudad fronteriza de Tijuana, estado de Baja California (noroeste), en 2017 cuando un hombre se arrojó de un puente vehicular después de haber sido repatriado, y falleció posteriormente en un hospital.
La migración aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, comenzaron a ingresar con el objetivo de cruzar el país para llegar a Estados Unidos.
A inicios de junio de 2019, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo migratorio que evitó que el primer país impusiera aranceles a todos los productos provenientes del segundo.
A raíz de ello, México envió a las fronteras norte y sur a la recién creada Guardia Nacional, lo que ha provocado una reducción de cerca del 70 % del flujo migratorio.