Miami, 15 ene (EFE News).- La defensa del actor mexicano Pablo Lyle, acusado de homicidio involuntario por la muerte de un hombre al que golpeó en una discusión de tráfico en Miami, reclamó este miércoles a la justicia que se le permita viajar a México mientras se resuelve una apelación que presentaron.
Conocido por su actuación en telenovelas como «Mi adorable maldición, Lyle, de 33 años, compareció a su primera audiencia con la jueza Marlene Fernández-Karavetsos, que ha asumido el caso antes llevado por el juez Alan S. Fine, quien en septiembre de 2019 rechazó aplicar a favor del actor mexicano una ley de defensa propia de Florida.
Los abogados de Lyle apelaron esa decisión, pero la justicia aun no se ha pronunciado.
Los abogados Bruce Lehrer y Phillip Reizenstein argumentaron ante la jueza que después del incidente del 31 de marzo pasado en el que Lyle golpeó al cubano Juan Ricardo Hernández, de 63 años, el actor estuvo en México y regresó como se había comprometido a hacerlo con el juez que le concedió entonces el permiso para viajar.
Hernández murió en un hospital cuatro días después de haber sido golpeado por Lyle, lo que agravó el caso para el actor, que lleva en arresto domiciliario en Miami, con grillete electrónico y sin pasaporte desde el 9 de abril pasado.
La Fiscalía manifestó hoy su desacuerdo con que viaje a México por temor a que no regrese.
Solo queda esperar a que se pronuncie Fernández-Karavetsos, quien en la audiencia de hoy preguntó por el estatus migratorio del actor y sus abogados respondieron que tiene visado de turista.
Lyle, con pelo corto y barba, se mostró serio durante la audiencia, que duró menos de media hora.
El pasado 31 de marzo Lyle iba camino del aeropuerto de Miami junto con su hijo en un vehículo manejado por su cuñado, Lucas Delfino, cuando se cruzaron con el automóvil manejado por Hernández.
En un semáforo el cubano se bajó para recriminar a Delfino por una maniobra que había hecho.
En medio de esa discusión, Lyle salió del carro y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo a las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.
El sexagenario murió cuatro días más tarde en un hospital.
Un informe forense del condado de Miami-Dade reveló que Hernández murió a raíz de «complicaciones por trauma contundente en la cabeza» e indicó «homicidio» como probable causa de la muerte.
El actor, casado con Ana Araújo, con quien tiene un hijo, fue detenido ese 31 de marzo poco después de los hechos y quedó en un primer momento en libertad condicional con una fianza de 5.000 dólares.
Tras la muerte de Hernández, fue acusado de homicidio involuntario y puesto en arresto domiciliario.