Quedaron convertidos en marido y mujer Jorge Preciado González y Luz María Rodríguez Flores, en una ceremonia que tuvo lugar en el templo de San Antonio de Padua.
Al pie del altar principal la novia fue entregada a su prometido, ambos ocuparon los reclinatorios preferenciales que tenían destinados para ellos y con atención escucharon la misa en su honor.
Luego, el sacerdote llevó a cabo el ritual matrimonial, durante el cual hizo una serie de preguntas a Jorge y Luz María, las cuales contestaron afirmativamente, aceptándose como esposos.
Postrados ante el Todopoderoso los contrayentes recibieron la mancuerna matrimonial y más tarde la bendición de su amor, al ser declarados marido y mujer.