Puebla (México), 17 ene (EFE).- Coheteros de San Cristóbal Tepontla en el municipio de San Pedro Cholula, en el estado de Puebla, centro de México, festejan su día con la quema de «toritos monumentales», figuras elaboradas con cartón, carrizos y el elemento principal, la pirotecnia fabricada por ellos mismos.
Según la creencia de los habitantes San Antonio Abad fue el creador de la pólvora y con ella realizó varias obras de arte que llenaron de alegría y algarabía a las personas, por lo que desde hace más de 80 años se realiza esta actividad que es de festividad, pero también de peligro y de mucha adrenalina.
La elaboración de estos «toritos» tarda alrededor de una semana, debido a que tiene que realizarse un diseño, posteriormente se comienza con el montaje de la estructura para darle forma de un toro, el cual puede ir «disfrazado» de superhéroe, de charro o como son tiempos modernos, los coheteros ahora crearon figuras gigantes de un gorila, un caballo y un centauro.
Como lo marca la tradición, cada 17 de enero los habitantes de San Cristóbal realizan un desfile, el cual va amenizado con música de banda, y lanzando cohetones hasta llegar a la explanada de la iglesia para comenzar con la quema de 20 «toritos».
Cada uno va pasando al centro, entre una rueda de personas, donde los más atrevidos los comienzan a bailar y a rodar para lograr hacer la simulación de una corrida de toros, donde la figura encendida y con la pirotecnia activa, que lleva en las estructuras, es toreada por hombres y mujeres que gustan del peligro.
El organizador del evento, Ignacio García compartió que las familias que se dedican a la pirotecnia, deciden participar año con año, de acuerdo a sus posibilidad económica y a su tradición, refirió que estas figuras pueden llegar a pesar hasta 50 kilogramos o más, debido a que como mínimo llevan 5 kilogramos de pólvora.
Uno de los fabricantes de pirotecnia, Julian, quien se dedica a la elaboración de pirotecnia desde hace 40 años, dijo que es un orgullo trabajar estas artesanías monumentales para su santo patrono, debido a que siempre les cumple las mandas y peticiones que le realizan con devoción.
De igual manera, Francisca Soto compartió con Efe que tiene 45 años dedicándose a la elaboración de estas figuras, las cuales tienen un tiempo de elaboración de hasta un mes, debido a que cada año les pone un detalle haga que se diferencie de los demás.
Aseguró que a pesar de que se había perdido la tradición, en la actualidad los jóvenes y los niños se ha interesado más, se divierten, quieren aprender y participar para mantenerla viva.
Gabriela García Guzmán