Beirut, 18 ene (EFE).- Un centenar de personas han resultado heridas de distinta gravedad hoy en Beirut en choques entre fuerzas de seguridad y manifestantes, que convocaron protestas bajo el lema «sábado de la rabia» para exigir la formación de un nuevo Gobierno y otras medidas para paliar la crisis financiera.
Según la Media Luna Roja libanesa, 40 personas fueron transferidas a hospitales mientras que otras 60 fueron atendidas por los equipos de la organización in situ, después de que estallara la violencia a las puertas del Parlamento en el centro de la capital libanesa.
Algunos de los manifestantes lanzaron piedras, bengalas y cócteles molotov, mientras que las efectivos de la Policía emplearon gases lacrimógenos, pelotas de goma y cañones de agua para dispersarlos.
La Dirección General de la Policía afirmó a través de su cuenta de Twitter que «los miembros de las fuerzas de seguridad están expuestos a ataques violentos y directos en uno de los accesos del Parlamento».
Por ello, pidió «a los manifestantes pacíficos mantenerse alejados del lugar de los disturbios por su seguridad».
Una agrupación de activistas que ha participado en el movimiento de protesta desde su comienzo el pasado 17 de octubre aseguró a través de las redes sociales que «el pueblo no se deja intimidar por el Gobierno opresivo», pidiendo a los manifestantes que ejerzan presión en todas las entradas del Parlamento.
El primer ministro dimisionario, Saad Hariri, denunció a través de Twitter los enfrentamientos y actos de sabotaje, advirtiendo que amenazan la «paz social» del país y asegurando que no se va a permitir que Beirut vuelva a ser un lugar de «destrucción y frentes de combate», en referencia a la guerra civil (1975-1990) cuando la ciudad estaba dividida en zonas por sectas religiosas.
Las protestas en el Líbano se han reavivado esta semana, después de un parón debido a las fiestas navideñas y a la designación de un primer ministro encargado de formar Gobierno, tras la renuncia a finales de octubre de Hariri.
Sin embargo, Hasan Diab no ha conseguido aún formar su gabinete, que los manifestantes exigen que sea tecnócrata para que saque al país de la profunda crisis económico, con los bancos que aplican límites a la retirada de divisas y falta de liquidez en el sistema desde hace meses en un país fuertemente endeudado.