México, 18 ene. (EFE).- Autoridades mexicanas y familiares de las víctimas conmemoraron este sábado el primer aniversario de la explosión de un oleoducto en el municipio de Tlahuelilpan, en la que fallecieron 137 personas, en un acto al que no asistió ni el presidente del país ni ministros del Gobierno federal.
Tras «un año de los lamentables acontecimientos ocurridos el 18 de enero de 2019 en Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, el Gobierno de México expresa su respeto y solidaridad con las familias y la memoria de las personas fallecidas», expresaron las autoridades en una esquela publicada en la prensa.
En el texto, el Gobierno federal hizo un llamado a refrendar «el compromiso de restaurar los lazos y valores comunitarios, así como las redes de apoyo mutuo» y publicó los nombres y apellidos de los 137 fallecidos en la tragedia.
Asimismo, cargos intermedios del Gobierno federal y estatal realizaron una ofrenda floral junto a familiares de las víctimas en el lugar de la tragedia durante un acto oficial conmemorativo al que no asistió el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ni el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad.
«Esta situación es la más triste que hemos padecido en el Gobierno», expresó en el acto Diana Álvarez Maury, subsecretaria de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación de México.
Asimismo, subrayó que esa tragedia, que afectó a muchas personas en situación de pobreza, evidenció que a México le urge «saldar muchos rezagos históricos».
El coordinador nacional de Protección Civil, David León Moreno, agradeció la labor de soldados, bomberos, médicos y enfermeras durante la tragedia y se comprometió con «seguir trabajando entorno a la prevención» de desastres.
El pasado jueves, el alcalde de Tlahuelilpan, Juan Pedo Cruz, explicó a Efe que el único apoyo que han recibido las víctimas y sus familiares son «algunas becas» por parte del Gobierno del céntrico estado de Hidalgo y algunos programas sociales del Ejecutivo federal.
La explosión se produjo cuando centenares de vecinos aprovechaban una fuga en un oleoducto para sustraer gasolina, justo después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador hubiera declarado el combate frontal contra esta práctica.
En 2018, según el Gobierno, los huachicoleros, como se conoce a los ladrones de combustible, hurtaron lo equivalente a 20 millones de barriles de petróleo anualmente, mientras que en 2019 ese número se redujo a poco más de 1,8 millones, según cifras oficiales.