Brandon Alejandro Rivera Galván y Juana Angélica Zamarripa Esquivel quedaron convertidos en marido y mujer, en una ceremonia que tuvo lugar en la parroquia de Guadalupe.
Los enamorados se presentaron en el sacro recinto acompañados de sus respectivos papás, padrinos y demás allegados.
El ministro religioso llevó a cabo el ritual matrimonial, durante el cual preguntó a Brandon Alejandro y Juana Angélica si estaban dispuestos a amarse y respetarse como esposos, así como a recibir con amor los hijos que Dios les mande, a lo que contestaron afirmativamente, aceptándose como marido y mujer.
Postrados ante la imagen del Todopoderoso, los contrayentes recibieron la mancuerna matrimonial y más tarde la bendición nupcial.