México, 30 ene (EFE).- Una de cada tres personas en el mundo va a morir por algún tipo de cáncer en 2025, una enfermedad que tan solo en 2018 presentó 18,1 millones de nuevos casos a nivel global y 9,6 millones de muertes, advirtió este jueves un especialista.
«Los estilos de vida han impactado de manera importante en estas estadísticas. En México y Latinoamérica, factores como el tabaquismo y la obesidad recrudecen los pronósticos», dijo a Efe el doctor Jerónimo Rodríguez Cid, especialista en medicina interna adscrito al Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER) de México.
Previo al Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer que se conmemora el 4 de febrero, el especialista detalló que actualmente esta enfermedad representa la segunda causa de muerte en el mundo, pero a diferencia de otras décadas años, ahora ya no es sinónimo de muerte.
«Tenemos soluciones, pero necesitamos hacerlas frecuentes y diseminarlas en todo el país», afirmó.
En México, ejemplificó, este padecimiento en todos sus tipos representa el 14 % de la mortalidad y, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2018 se presentaron 191.000 nuevos casos aproximadamente, pero se registraron 84.000 muertes por esta causa en el país.
«Hoy la gente con cáncer está viviendo más. Sin embargo, lo más importante es hacer conciencia de que lo mejor sería que la enfermedad no se presentara», afirmó.
Detalló que, de acuerdo con experiencia médica, se sabe que alrededor de un tercio de los casos de cáncer que se presentan a nivel mundial podrían evitarse si se reducen los riesgos relacionados con el estilo de vida.
Señaló que solo 5 % de los casos se explican por herencia, mientras que el 30 % están relacionados al tabaco y el 25 % a la dieta y la obesidad.
«Son factores de riesgo modificables, pero desgraciadamente somos el único animal del planeta que sabemos qué nos está matando y no hacemos nada al respecto», lamentó.
Aseguró que si se controlaran los factores de riesgo que son modificables también se podrían reducir en 30 % los casos nuevos y el mismo porcentaje en los gastos que genera la atención a esta enfermedad.
Admitió que esto es especialmente importante porque actualmente los gobiernos latinoamericanos no tienen tanto dinero para atender a los pacientes oncológicos lo que incide directamente en la calidad de vida de las personas y sus expectativas de seguir viviendo o no.
«No hay presupuesto que alcance bien en ningún país para tratar a los pacientes con cáncer y a los nuevos casos», manifestó.
Explicó que 90 % de los cánceres se pueden curar si se detectan a tiempo, pero desafortunadamente la mayoría de ellos no son diagnosticados a tiempo y, en algunos casos, no existe alguna prueba -conocida como tamizaje- para poder detectarlos.
Dijo que existen cinco cánceres que sí se pueden diagnosticar con test de tamizaje: mama, próstata, cervicouterino, colon y pulmón, éste último siempre y cuando el paciente tenga historia de haber fumado o seguir fumando.
Destacó que pese a los esfuerzos, la falta de educación de las personas para prevenir y realizarse pruebas de diagnóstico constantemente es una de las barreras que impide que la incidencia de esta enfermedad disminuya.
También la falta de conciencia sobre tener estilos de vida saludables incide en que el cáncer siga siendo una amenaza a la salud de toda la población en el mundo.
Del mismo modo, explicó que en Latinoamérica la falta de especialistas oncológicos así como el poco acceso a los tratamientos limita las posibilidades de curación o de una mejora en la calidad de vida de este tipo de pacientes.
Afirmó que, en casos como el cáncer de pulmón es necesario eliminar mitos como que solo a los fumadores les afecta, ya que en muchos casos la exposición al humo de leña es el principal factor que detona la presencia de este cáncer.
Mientras que en el caso del cáncer de próstata la estigmatización de la prueba de tamizaje -tacto rectal- también representa un obstáculo para un diagnóstico más oportuno.
Finalmente, el especialista puntualizó la importancia de educar a la población sobre llevar una vida saludable, evitar la obesidad, el tabaquismo y realizarse test diagnósticos oportunamente para diagnosticar y tratar oportunamente esta enfermedad.