Tegucigalpa, 31 ene (EFE).- Un total de 1.574 menores hondureños que fueron detenidos cuando intentaban viajar ilegalmente a Estados Unidos, México y países centroamericanos han sido deportados al país en lo que va de enero, informó este viernes a Efe una fuente oficial.
Del total de menores deportados este año, 543 formaban parte de la caravana que salió de Honduras entre el 14 y 15 de enero hacia Estados Unidos, indicó la titular de la Dirección de Niñez, Adolescente y Familia de Honduras (Dinaf), Lolis Salas.
Señaló que cinco menores de la caravana que viajaban solos fueron retenidos en Guatemala, cuyas autoridades los entregaron la pasada semana a las de Honduras durante una reunión entre Salas y el director de la Secretaría de Bienestar Social, Francisco Molina, celebrada en el puesto fronterizo de El Corinto -en Honduras.
Los menores, con edades comprendidas entre 14 y 17 años, fueron retenidos en la frontera entre Guatemala y México y estuvieron bajo la protección de la Secretaría de Bienestar Social guatemalteca.
Miles de migrantes centroamericanos, en su mayoría de Honduras, iniciaron a mediados de enero un nuevo éxodo en caravana con el fin de llegar a Estados Unidos.
Sin embargo, el Gobierno mexicano les impidió ingresar formalmente y proceder su camino, por lo que centenares de ellos cruzaron el río Suchiate, que separa Guatemala de territorio mexicano, irregularmente.
La mayoría de ellos, según las autoridades, fueron detenidos y ya han sido deportados al país centroamericano.
Otros 1.031 menores hondureños han sido deportados, por vía área y terrestre, desde Estados Unidos, México y países centroamericano como parte de «los flujos regulares» que Honduras ha recibido en enero de este año, señaló la funcionaria.
Más de un centenar de inmigrantes hondureños, entre ellos niños y jóvenes, salieron hoy en nueva caravana, denominada la «Ruta del Diablo», hacia Estados Unidos, conscientes de que son muy escasas las posibilidades de llegar por el riguroso control que ejercen las fuerzas de seguridad de México en su frontera con Guatemala.
Muchos de los inmigrantes tienen en común el hecho de haber sido deportados en los últimos días de México.
De acuerdo con organismos de derechos humanos, un centenar de hondureños salen a diario hacia Estados Unidos aduciendo que lo hacen por la falta de empleo y la inseguridad que sufre el país, y pagan a traficantes de personas grandes cantidades de dinero.