México, 11 ene (EFE).- Tras una semana marcada por el muy polémico indulto el domingo pasado de un toro de Piedras Negras, y la consecuente puerta grande del mexicano Gerardo Rivera, la Plaza México ofrecerá este domingo la última corrida del primer ciclo de la Temporada Grande.
De nuevo el ganado es el principal reclamo pues se trata de una de las supuestas ganaderías duras del campo mexicano, el hierro de Pozohondo, fundado en 1978 por Ana María Llaguno Ibargüengoitia y Valentín Rivero en su casa de Valparaíso, en el norteño estado mexicano de Zacatecas.
Esta ganadería debutó en la Plaza México el 19 de junio de 1994 con seis novillos para Bernardo Rentería y Ricardo «El Negro» Montaño, quien le cortó una oreja a «Gambetero».
Este domingo los toros de Pozohondo tendrán enfrente dos veteranos matadores y un joven sin mucho fogueo en los ruedos, en una terna compuesta por toreros mexicanos.
Uriel Moreno «El Zapata» es un habitual de la Plaza México y uno de los más antiguos matadores del mundo taurino contemporáneo. A sus 45 años lleva desde 1996, cuando tomó la alternativa, sobre los ruedos.
En su última comparecencia en la Plaza México cortó una oreja la temporada pasada a un toro de Barralva.
Jerónimo también cuenta con muchos años de alternativa pues la tomó en 1999.
Con 40 años vuelve a la Plaza México tras su presencia en 2018, en la que recibió pitos durante sus dos faenas. Aquella tarde alternó con Juan Pablo Sánchez y el español Antonio Ferrera, que salió por la puerta grande.
Por último, retorna al coso el también mexicano Antonio Mendoza. El más joven del festejo ya que su alternativa fue en el año 2015.
Originario de la Ciudad de México, en 2016, en la 18 corrida de la Temporada Grande, dejó ir vivos los dos toros que enfrentó aquella tarde, del hierro de Rancho Seco, y mañana tendrá una oportunidad de resarcirse ante otra divisa supuestamente brava.