Madrid, 2 dic FE).- Los cambios en el régimen de lluvias, la amenaza que supone la sobrepesca, la pérdida de cultivos por la sequía o la falta de apoyo económico para afrontar estos problemas son algunas de las situaciones que padecen las comunidades indígena por la subida de temperaturas, lo que algunos de sus representantes han explicado este lunes en la apertura de la COP25
En un encuentro organizado por la ONG Sustaining All Life en la zona verde de la cumbre del clima de la ONU que se celebra en Madrid, representantes las culturas haitiana, zapoteca y kawésqar, entre otras, han puesto de manifiesto «las conexiones que existen entre la crisis ambiental y un sistema económico» depredador, ha explicado Judith Bautista, integrante de la organización y moderadora del acto.
Pierre Simon Georges, exministro de Medio Ambiente de Haití, se ha declarado «víctima del cambio climático» porque «los sucesivos gobiernos no han educado a la sociedad haitiana», lo que, unido a una «falta de presupuesto» para estas políticas, hace que «los que tienen el poder solo se dediquen a hablar sin aportar soluciones» a la crisis climática.
«No puedo hablar mejor mi idioma -el quechua- por culpa del capitalismo», ha denunciado la peruana Liliana Flores, que se ha emocionado al describir cómo «el alterado régimen de lluvias arruina las cosechas de patata de los agricultores en la zona de Cuzco», sentenciando la forma de vida de un pueblo «cuya existencia está vinculada con la naturaleza».
El kawésqar «es un pueblo canoero diezmado por la industria pesquera en los canales australes de Chile», ha señalado Alfonso, que ha denunciado que el Gobierno les concedió 28.000 hectáreas para crear una reserva, pero «ni una sola de costa», franja que «han entregado a las salmoneras.».
Esta COP25 en Madrid es una oportunidad única para llevar a cabo «cambios relevantes» para combatir «la opresión de los grupos indígenas, el racismo, el clasismo y el sexismo», defectos que «también deben eliminarse para detener por completo la destrucción del medio ambiente», ha recordado Bautista.
«El período de lucha por la supervivencia terminó hace mucho tiempo, pero sus efectos persisten» en las comunidades indígenas, ha añadido.