Madrid, 4 dic (EFE).- Hay un momento en el documental «Pintores y Reyes del Prado» en el que Salvador Dalí confiesa que, de salvar una sola cosa del Museo del Prado, conservaría el aire de Las Meninas. Y eso mismo piensa el actor Jeremy Irons, cuya voz acompaña al espectador, preocupado por el efecto demoledor del hombre en el planeta.
Máxime, dice en una entrevista con Efe, en una semana como ésta en la que Madrid se alza como abanderada de la lucha contra el cambio climático: «Las Meninas es un cuadro revolucionario que invita a pensar de una manera revolucionaria en el cambio climático, no podemos seguir como estamos, acabando para nuestro beneficio con los recursos del planeta».
Y detalla: «Las Meninas es un cuadro extraordinario que está pintado desde el punto de vista de las personas que son pintadas, estamos mirando el cuadro y son ellos quienes nos miran, y eso -se detiene a analizar Irons- es una inversión completa de cómo normalmente vemos un cuadro».
«Por eso creo que, esta vez, en esta conferencia sobre el cambio climático, tenemos que hacer lo mismo, intentar el proceso inverso. Debemos cuestionar el modo en que vivimos», resume.
El actor, que charla con Efe rodeado de cuadros de Goya en una de las salas más emblemáticas del museo, se preocupa por «cómo tratamos al planeta».
«Tenemos que ser muy cuidadosos, porque va a ser un recorrido largo y difícil -advierte-. Hay mucha gente ganando muchísimo dinero con el pillaje del planeta, pero creo que a manera individual podemos colaborar», incluso, dice, «quizá tenga yo oportunidad de ayudar en las campañas de cambio climático, veremos».
Aún así, anima a colaborar con pequeñas cosas, como «bajar la calefacción, dejar de quemar carbón en las industrias, no incinerar la basura o quemar diesel y, sobre todo, parar de llenar el aire de toxinas», regresa al punto de partida sobre la increíble obra de Velázquez, una de las más de 8.000 obras de arte que contiene la primera pinacoteca nacional, entre los que se exhiben y los más de 7.000 que tienen guardados.
Irons, icónica voz del cine universal, es el narrador de este documental sobre el Museo del Prado, realizado por la italiana Valeria Parisi con motivo de del 200 aniversario de su fundación, en el que se explica, mediante multitud de obras maestras de la pintura, no solo la historia del museo, sino la del país.
«Me siento muy cómodo contando distintos periodos de la historia, aprendiendo, disfrutando de ellos; me encanta el color, el diseño, las historias, y todos los cuadros tienen ‘algo’, te dicen cosas de un periodo determinado del mundo y de diferentes culturas», apunta.
Y desvela que «sólo» puede quedarse en el Prado por ratitos de «unos diecinueve minutos». «Después tengo que salir y caminar un poco, tomarme un café, para regresar luego, porque me abruma, es demasiado para mi; podrías pasar todo el día, pero yo me quedaría agotado», sonríe este «cicerón» de lujo, que incita a mirar el museo con otros ojos, a volver a verlo aunque se sea un visitante asiduo.
El secreto, que el actor comparte con Efe, es que disfruta de «todas las cosas bonitas, ya sean cuadros, arquitectura, vestuario, películas: todo lo que esté bien hecho y me lleve a otro lugar y me haga entender la condición del ser humano».
El británico, amor secreto de varias generaciones de fans (tiene unos esplendorosos 71 años) es, además, uno de los escasísimos actores que pueden presumir de la llamada «triple corona de la interpretación»: Óscar por «El misterio Von Bulow» (1991), Tony por «The Real Thing» (1984) y Emmy por «Elizabeth I» (2005), como mejor actor en cine, teatro y televisión, donde también hoy brilla desde su Adrian Veidt, un personaje inspirado en Ozymandias, del cómic adaptado por HBO en la serie «Watchmen».
«Disfruto actuando en cualquier película, y si el personaje es interesante, me saca de mi vida ordinaria, tanto si es un superhéroe, como si es una persona real. Disfruto de tomar vacaciones de mi mismo, como me pasa con la pintura, que transporta a otra vida a quien la mira. Y cuando regresas de esas ‘vacaciones’ -concluye- vienes dinamizado y fresco».
Este documental, que se estrena el próximo 9 de diciembre, está ya siendo visto por miles de escolares de forma gratuita en cerca de 200 cines españoles
Por Alicia G.Arribas