Guadalajara (México), 4 dic (EFE).- La militarización de la frontera sur de México por parte del Gobierno ha disminuido la cantidad de migrantes centroamericanos, pero ha incrementado la violación a sus derechos humanos, afirmó este miércoles Norma Romero Vázquez, fundadora del colectivo «Las Patronas».
En una charla durante la mexicana Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, Romero Vázquez precisó que en 2010 recibían en su albergue diariamente hasta 800 migrantes que viajan en el tren conocido como «La bestia», y durante el actual Gobierno, iniciado el 1 de diciembre de 2018, la cifra ha bajado a entre 150 y 200.
«En 2014, con el plan Frontera Sur militarizaron la frontera y muchos de ellos tenían que buscar otras alternativas, y en ese tiempo eran entre 400 y 500 personas. Ahora que han militaron mucho más las fronteras con cuerpos policiacos hay una persecución mucho más fuerte y están más expuestos a la violencia, y el número ha bajado a 150 a 200 quienes llegan al albergue», contó.
La representante de esa organización humanitaria del oriental estado de Veracruz que desde hace casi 25 años ofrece ayuda a los migrantes lamentó que sean «los más pobres» quienes más sufren la violación de los derechos humanos en esta etapa de la política migratoria en México.
«Las personas que más sufren son a los que más sentencian, a los que más violan en sus derechos, porque vemos que no hay una política migratoria que favorezca a estas personas. No ha habido nada positivo. Cada vez es más endurecido el trato y no vemos una respuesta», lamentó.
La activista, cuya organización recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos en 2013, relató que ella y sus compañeras han sido testigos de la desesperación de quienes quieren cruzar el país hacia Estados Unidos y que ahora arriesgan más sus vidas para evitar que la policía los atrape.
«Con tantos policías y la Guardia Nacional mucha gente pensaba que iba a ser mejor, pero no; está mucho más complicada la situación, hay más violaciones, hay más persecución y lamentablemente hay más pérdidas humanas, porque muchos arriesgan su vida por la serranía, otros en barcas porque ya no saben dónde cruzar», denunció.
Ante jóvenes y público en general asistente a la FIL Romero Vázquez culpó al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y al de México, Andrés Manuel López Obrador, de no tener la voluntad para solucionar los conflictos sociales en los países centroamericano que orillan a sus habitantes a buscar el sueño americano.
«No están entendiendo que el problema radica en los países de origen, de las guerras que se están dando. Nicaragua vive un momento difícil, Honduras también ¿Por qué hacerles más difíciles las cosas a estas personas que están huyendo por la situación de su país», concluyó.
Desde octubre de 2018 miles de migrantes, en su mayoría centroamericanos, empezaron a cruzar en caravana México para llegar a Estados Unidos.
A inicios de junio, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo migratorio que evitó que el primer país impusiera aranceles a todos los productos provenientes del segundo.
A raíz de ello, México envió a las fronteras norte y sur a la recién creada Guardia Nacional, lo que ha provocado una reducción de cerca de 60 % del flujo migratorio.
El refuerzo del control migratorio ha cosechado críticas de organizaciones civiles al considerar que no se respetan los derechos humanos de los migrantes.
Entre el 30 de noviembre y el 8 de diciembre, la FIL acoge en Guadalajara, capital del occidental estado mexicano de Jalisco, a cerca de 800 escritores provenientes de 37 países y más de 2.000 editoriales, además una destacada delegación de la India y cerca de 800.000 visitantes.