Madrid, 10 dic (EFE).- Un menú preparado con productos de temporada y en los que se ha trabajado con todas las partes de cada ingrediente para reducir el desperdicio de alimentos brilló este martes en el banquete que reunió a los premios nobel, a la familia real sueca y más de mil invitados.
El pato fue el plato fuerte de un menú con guiños a la gastronomía local, como el caviar de la localidad de Kalix, y que estuvo firmado por primera vez por el chef sueco Sebastian Gibrand, que este año quedó en segundo lugar en el prestigioso Bocuse d’Or.
Los comensales empezaron la cena con caviar de Kalix sobre lecho de pepino, marinada de colinabo, crema de eneldo y salsa de rábano picante.
El plato principal llego con pato relleno de trompetas de la muerte y tomillo limonero, patatas al ajo caramelizadas con remolacha amarilla a las hierbas, jugo de pato asado con su col milanesa aderezado con sitake ahumando y cebollas a la plancha al aceite perfumado de picea.
«Trabajo con ingredientes que son de temporada y siempre centrándome en potenciar sus sabores naturales», señaló Gibrand en una nota de la organización.
El postre, confeccionado por sexto año consecutivo por el repostero Daniel Roos, propuso mousse de frambuesas y chocolate, crema y sorbete de frambuesas.
Desde la bodega se propuso un Taittinger Folies de la Marquetterie; un Lunadoro Vino Nobile di Montepulciano DOCG Pagliareto (2015) y un Weingut Jurtschitsch (2017).
El menú, que se empezó a diseñar la pasada primavera, fue preparado por mas de 40 cocineros y servido por 190 camareros.