México, 10 dic (EFE).- El equipo negociador de México en el tratado comercial T-MEC con Estados Unidos y Canadá admitió este martes haber cedido en cuanto al origen del acero de los componentes de la industria automotriz pero no en la presencia de inspectores extranjeros en el país.
En rueda de prensa, el subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores para América del Norte, Jesús Seade, encargado de la negociación, explicó que el tratado contempla que durante los próximos siete años 70 % de los componentes de acero del sector automotor deberá provenir de América del Norte, algo que dificulta las cosas a México porque importa mucho de Suramérica.
«En los espacios de negociación cada quien jala (estira). En el tema del acero ellos querían diez años y nosotros tres años; fueron siete», explicó el subsecretario, quien admitió haber cedido como ocurre en cualquier negociación.
Junto al canciller mexicano, Marcelo Ebrard, el subsecretario detalló la versión definitiva del T-MEC, firmada este martes en México tras un año de negociaciones para lograr el apoyo del Partido Demócrata estadounidense al tratado, cuya negociación se había cerrado en noviembre de 2018.
Seade confirmó que los demócratas, que mantenían bloqueado el proceso de ratificación en la Cámara de Representantes bajo el liderazgo de Nancy Pelosi, habían propuesto enviar inspectores a analizar si las empresas mexicanas cumplían con el tratado.
El negociador mexicano reveló que «el concepto de inspectores», que se entendía como una violación de la soberanía mexicana, quedó «totalmente y completamente fuera».
En su lugar, se crea un mecanismo de solución de controversias formado por jueces de los diferentes países del tratado que resuelvan denuncias por incumplir aspectos contemplados en el documento.
«Por supuesto que no son inspectores, no son unilaterales ni decisiones que se disparen en un balazo», sostuvo.
Seade explicó que ahora no hay «prisa» para ratificar el tratado por parte de los congresos de los tres países, pues el gran objetivo de la negociación era conseguir «el apoyo de la señora Pelosi».
«Si se ratifica en dos semanas o en dos meses no es tan importante. Habiendo dicho eso, yo creo que México va a tratar de hacerlo bastante rápido», ya sea este mes o a principios de enero, explicó.
Se estima que la Cámara de Representantes de Estados Unidos lo ratifique antes del 20 de diciembre, cuando el organismo iniciará las vacaciones navideños, mientras que se prevé que el Parlamento de Canadá lo haga en enero.