Miami, 11 dic (EFEUSA).- Dior, Chanel y Louis Vuitton son algunas de las marcas de artículos de lujo que recurren a los reguetoneros como medio para acercarse a nuevos y codiciados grupos de clientes, como el de los latinos jóvenes de Estados Unidos que viven en inglés pero cantan en español.
La muestra más reciente de las parejas disparejas que se están formando en el olimpo de la mercadotecnia se vio la semana pasada en la Art Basel Miami Beach, que congregó la semanas pasada a «influencers» de todas las ramas para asistir a eventos especiales, patrocinados por casas de alta costura y los licores caros.
Los reguetoneros fueron los más buscados en un grupo, del que formaron parte las hermanas Kardashian-Jenner y la familia Beckham, fueron los reguetoneros.
Y es que las marcas de lujo han decidido que un artista urbano latino les da el toque «cool» que necesitan para rejuvenecer la imagen.
La boutique de Christian Dior en el exclusivo Design District de la ciudad dio una fiesta en la que los invitados de honor fueron los artistas urbanos colombianos Maluma y J Balvin, quienes se han destacado por su pasión por la moda masculina.
La sorpresa fue la inclusión en este grupo del joven reguetonero colombiano Manuel Turizo, de 19 años, quien apareció vestido de pies a cabeza en ropa y accesorios de la nueva colección BAZAAR Men x Dior, incluyendo una riñonera con el logo de la casa de moda.
El artista puertorriqueño De La Ghetto fue el anfitrión de una cena patrocinada por Moët & Chandon en el exclusivo restaurante Mandrake, con un menú de 12 platos, incluyendo una combinación de caviar y langosta, y barra libre de champaña.
La marca francesa describió a De La Ghetto como «un artista que representa nuestra pasión por la multiculturalidad e innovación» y lo presentó como una de las caras de su Moët Nectar Imperial Rosé, el producto que más venden en Estados Unidos.
Otros invitados de honor fueron Zion, del dueto Zion y Lennox, Play, del dueto de productores Play-N-Skillz, y Darell.
«Estoy muy agradecido con Moët», dijo De La Ghetto a Efe en una entrevista antes de que comenzara la cena. Para el cantante de «Nadie como yo» y «Bailemos», la asociación de estas marcas con reguetoneros es «natural».
«Aunque venimos de la calle, en muchas de nuestras canciones las mencionamos (a las marcas) y las vemos como algo a lo que hay que aspirar», indicó.
Al presentar al artista, Jasmine Allen, vicepresidenta de Moët & Chandon para Estados Unidos, explicó que la asociación con el reguetón forma parte de «Nectar of the Culture», el néctar de la cultura, el programa que la marca dirige los millennials multiculturales, unas 40 millones de personas, de los cuales más de la mitad son latinos, según cifras oficiales.
«Lo que está pasando sucedió primero con la salsa, con el hip hop y ahora nos toca a nosotros», explicó a Efe el productor Tainy, quien ha trabajado con artistas de la talla de Cardi B. y Selena Gómez, y fue el anfitrión de una fiesta patrocinada por el whisky Buchanan’s.
«Estas marcas se están dando cuenta que a través de nosotros pueden llegar a una multitud de personas que nos siguen y están pendientes de lo que hacemos», señaló. «La música es la herramienta más poderosa del mundo».
La música y las redes sociales. Los mismos reguetoneros admiten que son esenciales para manejar sus carreras, promover su música y ganarse la confianza del público, y no dudan en usarlas para promover productos.
Por ejemplo, desde que es patrocinado por la marca de relojes suiza Hublot, Nicky Jam enseña el suyo regularmente a sus 35 millones de seguidores en Instagram.
Son, sin duda, la llave a un mercado muy lucrativo. En Estados Unidos, los hispanos tienen un poder de consumo de 1,7 billones de dólares (1,7 trillions en inglés).
La firma de análisis financieros Fitch Solutions ha pronosticado que el mercado de moda y zapatos deportivos llegará a los 189 millones de dólares en 2022.
Para la doctora en ciencias de la comunicación Michelle Rivera, quien escribe actualmente un libro sobre el reguetón y su influencia en el mundo, esto no habría sido posible si ese género «no hubiese cruzado al pop y hubiese aceptado a artistas de rango mundial».
La demostración más clara de que tiene razón es la cantidad de marcas caras llamando a la puerta de Cardi B.
La rapera estadounidense de ancestros dominicanos estuvo en la primera fila de varios de los desfiles de las semanas de la moda en Nueva York y París este año. Tom Ford le ha hecho un labial con su nombre y Moschino y Dolce & Gabbana se desviven por que use sus modelos.
Aunque la mayoría de los artistas urbanos que forman parte de esta tendencia son hombres, analistas del sector de lujo no dudan de que las mujeres del género serán las próximas.