San Cristóbal de las Casas (México), 15 dic (EFE).- Lo que fueron cultivos de maíz pasaron a ser plantaciones de árboles de Navidad, en un proyecto sustentable impulsado por indígenas tzotziles del estado mexicano de Chiapas desde hace 11 años.
En un recorrido con Efe por las dos hectáreas actuales de plantaciones, José López Cruz, de 60 años, relata que para sostener a su familia él se dedicaba a cosechar maíz pero con el tiempo la producción bajo a consecuencia de la falta de agua.
«Este era un terreno agrícola pero desde que empezamos a sembrar los árboles dejamos de sembrar maíz. Ya no estaba dando como antes, y ahorita solo nos estamos dedicando a la producción de arbolitos», cuenta.
En una plantación en el predio El Aguaje, ubicado en las afueras de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, la familia de productores replantaron tres tipos de especies de árboles de pino.
Durante 11 años, como parte de un proyecto sostenible derivado del apoyo otorgado por la Comisión Nacional Forestal (Conafor), este cambio en su explotación agrícola les ha permitido tener ingresos en diciembre.
«Este proyecto está beneficiando a las familias de mis hijos. Son los que se hacen cargo. (…) Ellos son los que le dan mantenimiento y con este proyecto están manteniendo a su familia, algo es, es un poquito para la comida», expresa para Efe José López Cruz mientras ve a sus hijos dándole mantenimiento a los árboles y sus nietos acompañar a los visitantes.
El proyecto independiente inició en 2008, y les habían dicho que en menos de cinco años los pinos habrían de estar listos para su comercialización.
Pero no fue así y el proceso resultó ser más largo. Pero no tiraron la toalla y continuaron perfeccionando la plantación hasta que en 2015 lograron sus primeras ventas al lograr que los pinos tuvieran el tamaño ideal para ser cortados y comercializados.
Ahora llevan ya 4 años consecutivos abriendo sus puertas al público de este terreno cuya extensión es de 2 hectáreas.
Alberga cerca de 400 ejemplares de tres especies diferentes que han germinado con éxito. Entre estas, el Pinus ayacahuite y el Maxi martinensis, también llamado pino blanco por la tonalidad de sus hojas.
En estos años han logrado dominar la técnica de cuidado de los arbolitos de Navidad, por lo que esperan que planean para 2020 la siembra de 600 árboles.
«Ahora empezamos a trasplantar, ya están germinando ya está en las bolsas, ya hay 600 arbolitos. Esperamos que dentro de un año estemos sembrando y tres años más estén listos para salir a la venta», expresó Jose.
LA DEFORESTACIÓN EN CHIAPAS
En el suroriental estado Chiapas existe una gran preocupación por la deforestación provocada por la acción humana.
Pues según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se ha registrado una pérdida del 7,16 puntos porcentuales de masa forestal desde el 2000 a la fecha, que hoy representa cerca del 49 % del total de la entidad.
Sus efectos se dejan sentir, en el aumento del efecto invernadero, expresó a Efe el biólogo José Manuel Pazcacio Velazquez, director de la ONG Medio Ambiente, Productividad y Sociedad.
Positivamente, agregó que «en los últimos años se ha incentivado mucho el manejo forestal y en ciertas zonas del estado a habido recuperación del bosque».
Según la organización Global Forest Watch en el 2010 Chiapas contaba con 4,50 millones de hectáreas de bosque natural que se extendía sobre el 63 % de su terreno, pero en los últimos años ha perdido masa forestal.
Y solo en 2018, según este organismo, perdió 52.100 hectáreas de bosque natural.
Según puntualizó el biólogo José Manuel, «nacionalmente tenemos la meta cero deforestación para el 2030. Pero en Chiapas lo que queremos no solo cero deforestación, sino también la recuperación de bosques».