Mérida (México), 15 dic (EFE).- La consulta a comunidades indígenas del sureste de México que determinará la realización o la suspensión de la construcción del Tren Maya, un proyecto emblemático del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, transcurre este domingo en calma y tranquilidad.
El proceso consultivo comenzó el sábado en algunas comunidades, que según el Gobierno federal expresaron su apoyo unánime a la infraestructura, y finalizará hoy con la recogida de opiniones de las comunidades restantes.
En las próximas horas, el Gobierno mexicano dará a conocer el resultado de la consulta, que está previsto que de luz verde a la construcción del Tren Maya, un ferrocarril turístico que unirá los estados de Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco y Chiapas para dinamizar la economía del rezagado sureste mexicano.
A lo largo del día está prevista la convocatoria de asambleas consultivas en las comunidades de Xpujil, Don Samuel y Felipe Carrillo Puerto, en el estado de Campeche, así como las de Reforma, Xul-Ha, X-hazil Sur y Cobá, en el estado de Quintana Roo, además de en Tenosique, en el estado de Tabasco.
La consulta se realizó ayer con total normalidad en las localidades de Tunkás, Tixpéhual, Chichimilá, Maxcanú y Chichimilá, en el estado de Yucatán, así como en Palenque, en el estado de Chiapas, y en Tenabo, en el estado de Campeche.
La oficina del Tren Maya en Yucatán informó que el proceso transcurrió en calma y sin mayor novedad, como se esperaba.
«La verdad, estuvo bastante bien», comentó a Efe la portavoz del organismo, Paola Marfil, al señalar que el proceso consultivo de opinión ocurrió en un marco de civilidad.
La Constitución mexicana y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) establecen el requisito de llevar a cabo una consulta previa, libre e informada a las comunidades indígenas sobre los proyectos que afecten a su territorio.
Aunque el 29 y el 30 de noviembre se realizaron asambleas informativas para dar a conocer el proyecto del Tren Maya a estas comunidades, el Gobierno ha sido criticado por la falta de estudios de ingeniería que permitan construir una opinión al respecto.
El Tren Maya es uno de los grandes proyectos de infraestructura de López Obrador, junto con el nuevo aeropuerto de Santa Lucía, que dará cobertura a la capital mexicana, y el tren de mercancías que atravesará el Istmo de Tehuantepec, uniendo el océano Pacífico con el Golfo de México.
Está prevista una inversión total de unos 120.000 millones de pesos (unos 6.000 millones de dólares) para construir el Tren Maya en los cinco estados del sureste de México, en una zona con 12 millones de habitantes y 17 millones de turistas al año.