Miami, 16 dic (EFEUSA).- Juan Minujín siente la responsabilidad de ser el primero en contar la influencia de los horrores de la dictadura argentina en la vida del papa Francisco cuando todavía era el padre Jorge Mario Bergoglio, al que encarna en la película «Los dos papas» y que Netflix estrena en su plataforma este viernes.
Así lo dijo en entrevista con Efe en Miami el actor argentino, quien fue marcado en lo personal por la persecución política de los militares a mediados de los años 70 del siglo pasado cuando su familia debió exiliarse, primero en Estados Unidos y luego en México.
«Saqué de la experiencia familiar en el sentido de que uno como actor pone algo personal, emocional, en esos personajes», reconoció. «Agradecí mucho cuando leí en el guión que estuviera todo eso. Justamente porque no evade el momento más oscuro de la vida de Bergoglio».
Bajo la dirección del brasileño Fernando Meirelles («The Constant Gardener», 2005), «Los dos papas» cuenta la historia de Bergoglio desde el inicio de su edad adulta, cuando dudaba entre lo que sentía como «el llamado de Dios» y su novia de entonces, hasta su elección como el líder mundial de la Iglesia católica.
El personaje de Bergoglio lo comparten Minujín, quien se dio a conocer internacionalmente por su papel de Pastor en la serie «El marginal», y el actor galés Jonathan Pryce, nominado a un Globo de Oro por esta interpretación.
La cinta de Netflix presenta duros retazos de la vida del religioso argentino durante la dictadura, una época que el director Luis Puenzo y la actriz Norma Leandro ya reflejaron en «La historia oficial», que ganó el Óscar a mejor película de habla no inglesa.
La historia de «Los dos papas» es contada en dos líneas de tiempo que se intercalan.
En la primera se hila una conversación ficticia entre el cardenal Bergoglio y el papa Benedicto XVI, y que termina con la renuncia de Joseph Ratzinger, encarnado por Anthony Hopkins, quien también recibió una nominación a los Globos de Oro por su papel en esta película, candidata además a mejor película dramática y mejor guión.
«Los dos son extraordinarios», aseguró el argentino al recordar su reacción la primera vez que vio la película: «Me reí, me emocioné muchísimo. Estuve todo el tiempo con el corazón en la boca».
Y en la otra línea de tiempo, filmada en Buenos Aires y en español, Minujín interpreta a un Bergoglio joven, que trabaja como técnico químico y está a punto de proponerle matrimonio a su novia.
Luego rompe su relación para convertirse en un seminarista de la Compañía de Jesús, de la que es líder en 1976, año en el que dos de sus sacerdotes, Orlando Yorio y Franz Jalics, son secuestrados por la dictadura, aunque Bergoglio siguió manteniendo con los militares una relación que algunos llaman de «cordial» y otros de «neutral».
«Él se arrepintió de eso y es un cargo de conciencia que lo acompaña», acotó Minujín. De hecho, en la película el cardenal Bergoglio habla de ese episodio como la razón por la cual él no debe ser papa.
En su proceso de preparación, se educó en los preceptos de los jesuitas y se adentró en la vida de Bergoglio en Argentina, quien era visto por muchos «como alguien inflexible» y poco carismático, muy diferente al Papa Francisco que e mundo celebra hoy.
Para marcar la diferencia entre las dos etapas, Minujín contó que Meirelles les pidió a él y a Pryce que no se imitaran durante los ensayos. Trabajaron en la cadencia de la voz y en algunos movimientos característicos de Bergoglio, pero la idea es que sus expresiones marcaran la diferencia.
Aunque el nombre de Minujín no ha sonado en el contexto internacional, el actor tiene la certeza de que este proyecto con Netflix volverá a cambiarle la vida, como sucedió cuando la primera temporada de «El marginal» fue incorporada a la plataforma.
«Eso impulsó muchísimo mi carrera, no solo en Argentina, sino regionalmente», reveló el actor, de padre judío y madre rusa, sobre una película que se estrenó de manera limitada en varios países y este viernes llega a la famosa plataforma de series y películas.
«Netflix multiplica y amplifica», dice sobre algo que también experimentó cuando hizo «Vaquero», la película que escribió, dirigió y protagonizó en 2011.
Su futuro incluye otro proyecto propio para el cine, que todavía está en fase de escribir el guión y que avanza en paralelo con su retorno a «El marginal», donde retorna con su personaje de Pastor para la cuarta temporada en el penal de San Onofre.