León (México), 20 dic (EFE).- México enfrenta una escalada de violencia y las fuerzas de seguridad que combaten el crimen lo están pagando con sus vidas, pues en lo que va de este 2019 suman ya 426 policías asesinados, una cifra récord.
Según datos de la ONG Causa en Común, el estado de Guanajuato, centro de México, encabeza la lista de homicidios con 67 policías, seguido de Michoacán, con 40, y Chihuahua, que registra 31 asesinatos.
Expertos consultados por Efe coinciden en que la estrategia del Gobierno federal, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, es inadecuada.
Las policías municipales están debilitadas y no hay una buena coordinación entre las fuerzas estatales y la nueva Guardia Nacional, denuncian.
Sobre la Guardia Nacional -un cuerpo policial-militar- el investigador Sergio Padilla dijo a Efe que el principal problema es que muchos son militares transferidos o exmilitares que «están aprendiendo a conducirse en el trabajo policial».
Y además, continuó, las «capacidades» de este cuerpo son todavía «muy limitadas» y sin apenas coordinación con las policías estatales y municipales.
El investigador aseguró que desde que el Gobierno federal emprendió el combate contra el robo de combustible, a principios de año, se advirtió que todas las personas que se dedicaban a la extracción ilegal de combustible iban a buscar otras formas de seguir generando recursos.
«Eso también puede ir asociado a estos enfrentamientos con policías, a reacomodos entre grupos para buscar otras actividades delictivas», agregó Padilla.
Y explicó que, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), con corte a noviembre, todos los delitos de alto impacto han ido al alza.
La reducción a ciertas partidas del presupuesto de seguridad también es un factor que influye en el debilitamiento de las corporaciones policiacas, dijo el experto.
LA VIOLENCIA EN GUANAJUATO
En el caso concreto de Guanajuato, el experto afirmó que la violencia en contra de policías se explica por el enfrentamiento entre el Cártel Santa Rosa de Lima y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), pero hay más factores.
Este año suman 67 policías asesinados. El caso más reciente ocurrió este jueves en el municipio de Acámbaro, cuando el comisario de Policía Jorge Valtierra Herrera fue atacado a tiros cuando salía de su domicilio junto con su escolta.
«Una posible explicación es que estos grupos están asesinando a los policías coludidos con otra organización delictiva», explicó el experto, que pidió no obstante descartar que todos los policías sean «corruptos».
Otro patrón detectado por Causa en Común es que un número importante de policías asesinados en el país son sorprendidos en su día de descanso, cuando no portan armas ya que la legislación se los prohíbe.
Según dijo a Efe el extitular del SESNSP (2010-2012) Juan Miguel Alcántara Soria, el Gobierno federal ha desplegado mal a los agentes federales provocando ausencias importantes en puntos críticos como Guanajuato.
Además, advirtió, la estrategia del combate al robo de combustible fue mal ejecutada y esto trajo como consecuencia el recrudecimiento de la violencia entre grupos criminales por el control del tráfico de combustible en la región.
A esto se suma un reacomodo entre grupos del narcotráfico derivado del fallido arresto a finales de octubre de Ovidio Guzmán, hijo del líder del Cártel de Sinaloa, Joaquín «el Chapo» Guzmán, que provocó importantes flujos de dinero desde el norte hacia el centro del país para fortalecer al CJNG.
Esta organización se disputa el control del robo de combustible en Guanajuato con el Cártel de Santa Rosa de Lima.
Al detectar la ausencia de las fuerzas federales, explicó Alcántara Soria, «miembros del CJNG, que se habían retirado temporalmente, vienen ahora con todo y el respaldo que les está dando el Cártel de Sinaloa a realizar verdaderos actos de terrorismo, como es el asesinato y descuartizamiento de algunos policías».
La Comisionada de la Unidad de Análisis y Estrategia para la Seguridad Ciudadana del Gobierno de Guanajuato, Sophia Huett, coincidió en recientes declaraciones a medios en que el fenómeno se explica por la lucha por el control territorial de grupos de la delincuencia organizada.
Al poderoso CJNG se le atribuye el ataque del 11 de diciembre en las instalaciones de Seguridad Pública de la localidad de Villagrán, con tres policías muertos en el lugar y otros cuatro que fueron secuestrados y hallados sin vida dos días después.
Antes de asesinar a los cuatro agentes secuestrados, entre ellos a una mujer, los delincuentes grabaron a sus víctimas y difundieron el material en redes sociales.
Esto, dijo Huett, es material propagandístico que hacía años no se veía en este estado que abarca parte del importante corredor industrial del Bajío.
«A nivel nacional (…) tenemos que hacer una contención urgente de los delitos, prácticamente no debemos de seguir permitiendo que sigan probando límites», advirtió Huett.
Guanajuato también encabeza la lista de homicidios dolosos en general. Según el informe más reciente del SESNSP, en este estado han muerto 3.211 personas de enero a noviembre de este año.
El viernes 13 de diciembre, el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez, anunció la llegada de 1.100 agentes de la Guardia Nacional para reforzar las tareas de vigilancia.
Uno de ellos murió la madrugada del martes pasado en Irapuato, en un combate con el CJNG en el que resultaron muertos 7 civiles.
La tarde de ese martes, el gobernador anunció que al menos 200 integrantes de la Marina se sumarán a estas tareas.
Según cifras reveladas por el gobernador, Guanajuato cuenta con 3.185 agentes de las fuerzas estatales para garantizar la seguridad de 5,8 millones de habitantes.