México, 22 dic (EFE).- El año 2020 será «crítico» para que el Gobierno mexicano controle las emisiones de gases de efecto invernadero, en concreto el metano, pues es uno de los 10 países que más emiten este contaminante, advirtió Daniel Zavala, coordinador científico de la organización Environmental Defense Fund (EDF).
«Es una gran oportunidad para desacelerar el cambio climático y en la medida en que más actores se involucren, hay mayor posibilidad de hacerlo. Y México está en esa situación clave para tener un papel de liderazgo y atender esta necesidad interna de eficiencia y seguridad energética», expuso Zavala a Efe.
México emitió 699,5 millones de toneladas gases de efecto invernadero en 2015, de las que 20,32 % fueron de metano, equivalente a 142,1 millones de toneladas, según el último inventario oficial del gubernamental Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
Las emisiones totales, que no consideran la absorción de los contaminantes, aumentaron 57,3 % desde 1990, cuando comenzó la medición con 444,7 millones de toneladas, con una tasa media de crecimiento anual de 1,8 %.
Aunque la comunidad internacional se ha enfocado en combatir el dióxido de carbono, Zavala señala que el metano es el segundo gas de efecto invernadero más importante, pues es responsable de una cuarta parte del calentamiento global.
«El metano, en lugar de decirnos cuánto se va a calentar el planeta, nos dice qué tan rápido porque es mucho más potente en calentar la atmósfera, casi 100 veces en el corto plazo. Entonces de ahí esta oportunidad y, por otro lado, el riesgo», detalló el científico mexicano.
HIDROCARBUROS Y EXTRACCIÓN
Las emisiones de metano en el mundo se han disparado por la extracción de hidrocarburos, en especial gas natural, algo que en México se ha intensificado desde la reforma energética de 2013, indica el investigador del EDF, organización ambientalista civil con sede en Nueva York (Estados Unidos).
«Incluso con esta nueva administración se tiene una apuesta por la expansión del sistema petrolero y de gas natural. Si no aprendemos la lección de otros países, si no se tienen los controles en emisiones desde el principio, en lugar de tener la oportunidad de reducirlas significativamente, se van a disparar», apuntó.
Para controlar las emisiones en México, el científico percibe como principal reto el desconocimiento de los funcionarios y empresarios, que no comprenden la relevancia controlar el metano, además del dióxido de carbono.
Por otro lado, explicó, es más sencillo para los nuevos competidores incorporar tecnología y adaptarse a las normativas para mitigar el metano que para los productores antiguos, como la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex)
«El principal punto de prioridad o preocupación sería Pemex, simplemente por el tamaño de operador e, históricamente, la complejidad de su infraestructura», manifestó.
COMPROMISO DE MÉXICO
A pesar de los retos, el científico percibe «señales claras» de que México aborda el tema «de manera seria» desde el acuerdo alcanzado con Estados Unidos y Canadá en 2016 para reducir en 45 % las emisiones de metano en el sector de hidrocarburos para 2025.
En particular, destaca las reglas que la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) publicó el año pasado para que, a partir de 2020, los productores se sometan a terceros verificadores y presenten un plan a seis años.
«Entonces este año que empieza, 2020, es crítico porque lo primero que piden estas regulaciones es que cada operador que está en México en el sector hidrocarburos tiene que presentar un diagnóstico», apuntó.
De acuerdo con Zavala, estas regulaciones incorporan las mejores prácticas. «De hecho, son de las más robustas a nivel mundial. Incluso, en mucho de nuestro trabajo como ONG con distintos países, muchísimos están volteando a este caso», afirmó.
La escasez de recursos no justifica la inacción, asegura, al argumentar que la Agencia Internacional de Energía indica que 75 % de las emisiones mundiales se pueden controlar, dos tercios de ellas a costo neto de cero dólares.
Esto sucede, elabora, porque el gas es contaminante cuando se fuga, por lo que contenerlo permite a las empresas venderlo y mejorar la eficiencia energética.
De hecho, asevera, 30 % de la demanda de gas natural en México quedaría cubierta si en lugar de dejarlo ir a la atmósfera los productores controlasen las emisiones de metano con la modernización de su infraestructura.
Por ahora, añade, la cantidad de gas que se desperdicia en la atmósfera es cuatro veces mayor que el consumo necesario para el sector comercial y los hogares del país.