Managua, 25 dic (EFE).- El Gobierno de Nicaragua mostró su «preocupación por el asedio a la embajada» mexicana en Bolivia, informó este miércoles la Presidencia, luego de que México se quejó por «presencia excesiva» de personal boliviano que «vigila» sus sedes diplomáticas en el país suramericano.
«Nicaragua expresa su más alta preocupación por el asedio continuo a la embajada y residencia de los Estados Unidos Mexicanos en Bolivia, por fuerzas de seguridad e inteligencia del régimen instalado desde octubre del corriente año», señaló el Ministerio de Relaciones Exteriores nicaragüense.
El presidente de México reiteró ayer la denuncia hecha sobre Bolivia, y afirmó que, tras expresar públicamente su preocupación, la vigilancia «se aminoró considerablemente», mientras que la Policía boliviana ha negado cualquier «hostigamiento» a la embajada mexicana en La Paz.
El Gobierno de Daniel Ortega insistió en que las acciones por las que México señala a Bolivia «constituyen una flagrante violación a la Convención de Viena (…) que confiere un estatus especial a las misiones diplomáticas, incluyendo la inviolabilidad de sus recintos, la inmunidad de su personal diplomático acreditado y la protección de su seguridad e integridad física».
El Gobierno de Nicaragua, que ha pedido a la comunidad internacional no interferir en el sangriento conflicto interno, resaltó su confianza en el «pronto retorno al orden constitucional (…) de Bolivia, así como el cumplimiento irrestricto de los preceptos del derecho internacional».
Ortega ha brindado públicamente su respaldo al expresidente de Bolivia, Evo Morales, desde que renunció a su cargo en noviembre pasado.
Al igual que Morales en Bolivia, Ortega, quien lleva casi 13 años en el poder, recurrió a una interpretación de la Constitución de Nicaragua para aspirar a reelegirse de forma continua, en procesos electorales denunciados por supuestos fraudes.
Nicaragua y Bolivia ingresaron a la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) en la década pasada, de la mano de Ortega y Morales, respectivamente, bajo la influencia del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.