Luis Martínez y Laura Che hicieron realidad su más grande sueño de amor al quedar convertidos en marido y mujer.
Su boda se realizó en el templo de San Antonio de Padua, lugar que se vio concurrido por los familiares y amigos de los novios.
Al pie del altar principal, Laura fue entregada a su prometido, ambos ocuparon los reclinatorios que tenían destinados para ellos y con atención escucharon la misa en su honor.
Luego, el sacerdote llevó a cabo el ritual matrimonial, durante el cual preguntó a Luis y Laura si estaban dispuestos a amarse y a respetarse como esposos, así como a recibir con amor a los hijos que Dios les mande, a lo que contestaron afirmativamente, aceptándose como marido y mujer.