México, 27 dic (EFE).- Un jefe de policía municipal mexicano fue detenido como sospechoso en el caso del asesinato de nueve miembros de una familia mormona ocurridos el 4 de noviembre en el noroeste de México, informaron a la prensa fuentes de la Fiscalía General de la República (FGR).
Fidel Alejandro Villegas, comandante de la policía municipal de Janos, municipio de Chihuahua, fue arrestado el pasado 24 de diciembre y trasladado a la Ciudad de México, donde se encuentran los otros dos detenidos por este caso, señalaron las fuentes.
El alcalde de Janos, Sebastián Efraín Pineda, confirmó en una entrevista telefónica con el diario La Tarde, la detención de Villegas ocurrida en Ciudad Juárez, frontera con Estados Unidos.
Aunque no han emitido un comunicado oficial que confirme la captura de Villegas, fuentes de la Fiscalía dijeron a la prensa mexicana que se le considera involucrado con el grupo criminal que perpetró el pasado 4 de noviembre los asesinatos de nueve mujeres y niños de esta comunidad mexicano-estadounidense.
Villegas es ya el tercer detenido en este caso del asesinato de nueve miembros de la comunidad mormona, tres mujeres y seis niños, en este ataque que tuvo lugar en la comunidad de Bavispe, Sonora, limítrofe con Chihuahua.
Antes fueron detenidos los hermanos Héctor Mario y Luis Manuel Hernández, quienes se encuentran detenidos bajo la figura de arraigo en la Ciudad de México.
Tras la masacre de los nueve miembros de la comunidad mormona, sus familiares pidieron que el Gobierno de Estados Unidos declare a los grupos de narcotráfico de México como «Organizaciones Terroristas Extranjeras», petición que agudizó las tensiones existentes entre Estados Unidos y México.
La designación de los cárteles como organizaciones terroristas busca aislarlos internacionalmente imponiendo a sus miembros restricciones migratorias para que no puedan ingresar al país, así como prohibiciones para que no accedan al sistema financiero estadounidense.
En la región que ocupa la comunidad mormona entre los estados mexicanos de Sonora y Chihuahua existe una disputa territorial entre células del Cártel del Pacífico o de Sinaloa con el grupo delictivo Los Salazar, y el grupo criminal de la Línea, brazo armado del Cártel de Juárez.