México 29 dic (EFE).- El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador tendrá importantes retos en el sector salud para 2020 centrados en lograr la todavía lejana cobertura universal y en mejorar la atención de las enfermedades crónico-degenerativas.
«El más grande reto es lograr la cobertura universal, porque hemos empezado mal», señaló a Efe Xavier Tello, médico cirujano y consultor en comunicación en salud.
El especialista dijo que uno de los principales problemas que han evitado que se avance en este tema es que ha habido recortes de presupuesto con los cuales se dice que «se está ahorrando, cuando en realidad hay un subejercicio de los recursos».
En octubre pasado, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, aseguró en una comparecencia ante los diputados que gracias al combate a la corrupción y al gasto responsable se ha logrado ahorrar más de 2.000 millones de pesos (unos 105,7 millones de dólares) desde el inicio del nuevo Gobierno.
Según Tello, el Gobierno de López Obrador, quien asumió la Presidencia en diciembre de 2018, ha cambiado el discurso y ahora habla de bienestar en lugar de salud, dejándola relegada a una segundo lugar.
«Eso es darle vuelta al dinero, ya que el dinero se utilizará para el bienestar en general y no solo para la salud», aseguró el experto.
Lamentó que hasta ahora no exista un plan nacional de salud, lo cual también representará un reto para el Gobierno mexicano ya que solo se ha dado «una reingeniería del sistema».
La crisis por el desabastecimiento de medicamentos se agudizó en el último año debido a los recortes presupuestarios y a los cambios en la forma de comprar las medicinas desde la llegada a la Presidencia de López Obrador.
En este sentido, Tello manifestó que otro reto será cumplir con la cobertura de abasto de medicamentos al 100 %. Ya que aunque «se dice que ya hay mejor abasto y que han habido ahorros», el peligro es que se busquen medicamentos a precios bajos y de dudosa calidad.
MEDIDAS COMPLEMENTARIAS
Para Simón Barquera, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), uno de los principales retos que tiene el Gobierno de México es la implementación de estrategias diagonales, donde se tengan acciones puntuales de probada efectividad.
«Por ejemplo, las que modifican el ambiente alimentario como el impuesto a los refrescos, el etiquetado frontal, la regulación de la publicidad, la salud en la escuela, el trabajo y las comunidades», afirmó.
Del mismo modo, dijo que esto se debe combinar con estrategias horizontales, es decir, aquellas que vinculan a otros sectores como el económico, laboral o agrícola, con lo que se pueden desarrollar acciones multisectoriales.
«Son estrategias que involucran toda esta complejidad de sistemas de salud que también son importantes e involucran a otras dependencias gubernamentales», dijo.
Barquera señaló que otro reto muy importante es la atención a la epidemia de enfermedades crónicas, las cuales «generan un costo enorme y se han convertido en grandes prioridades», dijo.
Una de las que necesitarán mayor atención en 2020, admitió, será la salud mental y es que, de acuerdo con la Asociación Psiquiátrica Mexicana (APM), en México el 30 % de la población padece algún trastorno mental pero solo uno de cada cinco recibe tratamiento.
Asimismo, se deberán reforzar estrategias para prevenir el embarazo adolescente, el tabaquismo y alcoholismo y mejorar la detección de enfermedades.
«Desde luego, todo esto requiere una estrategia de educación que acompañe los esfuerzos de prevención», manifestó Barquera.
Entre las medidas que ha tomado el Gobierno de López Obrador para subsanar el acceso a la salud de la población está el lanzamiento de un programa para formar unos 200.000 médicos, cifra que, según estimaron las autoridades, hacen falta en México.
«Nos encontramos que faltan 200.000 médicos en el país. Unos 130.000 médicos generales y unos 70.000 especialistas o de especialidades. Ese es el saldo y eso tiene que resolverse», apuntó López Obrador en julio pasado.
Sin embargo, según Tello, en lugar de más médicos se necesitan sobre todo empleos en el sector mejor pagados y «condiciones laborales» que incentiven a los médicos a trabajar en lugares remotos.
En este sentido, el Gobierno ya ha anunciado que mejorarán los salarios de especialistas que acepten trabajar en regiones del país.
Por otra parte, Tello señaló que otro de los retos que tendrá López Obrador es rodearse de gente con experiencia, no solo aquellos que le son afines ideológicamente.
Finalmente, los especialistas coincidieron en que el Gobierno deberá dar continuidad a las políticas que han funcionado como los sistemas de vacunación y el Seguro Popular -enfocado en atender a los mexicanos que carecen de cualquier tipo de seguridad social- que ya desapareció este año para dar lugar al Instituto Nacional de Salud para el Bienestar.
«Se tiene que retomar lo que se estaba haciendo, dejar de tratar de reinventar y trabajar de la mano de la industria de la salud y de la iniciativa privada, que están buscando colaborar con el Gobierno», finalizó Tello.