Aguascalientes.- Niñas entre cinco y nueve años de edad, influenciadas para cumplir los estándares de belleza, tienen un intenso temor a ganar peso, porque se perciben muy gordas, al grado de no querer comer y desarrollar anorexia y bulimia.
Esto es el resultado de una recurrente tendencia a sexualizar a los menores, al presentarlos como mini adultos, lo cual es un proceso innatural e insano para su desarrollo, pues podría afectar su salud mental y psicológica.
Además, propicia, a pesar de su corta edad, ansiedad, depresión, insatisfacción corporal y trastornos alimentarios como los mencionados.
Asimismo, promueve el erotismo prematuro de las niñas que constantemente son bombardeadas con modelos de éxito social debido a sus atributos físicos, esto las expone también a comportamientos impares patológicos, pues visten con ropa inadecuada, se maquillan y usan tacones.
Los adultos también promueven esta conducta, porque a las niñas se les regala muñecas que exaltan un ideal estético femenino, además tienen libre acceso a dispositivos electrónicos sin la supervisión de sus padres, cuando carecen de la madurez física y psicológica para procesar la información que reciben y que contribuye a acelerar su transición hacia la adolescencia.
Adicionalmente, un sector importante de la población infantil escucha reggaetón, cuyas letras e imágenes en videos tienen alto contenido sexual y de violencia, alertan especialistas en psicobiología y neurociencias de la conducta de la UNAM.
Asimismo, académicos de la Facultad de Psicología de la UNAM advierten que la publicidad de juguetes, películas, videojuegos, videos musicales y moda, dirigida a niños, contribuye a generar una hipersexualizacion cada vez más precoz en la infancia, en especial en los niños en el rango de edad mencionado entre los cinco y los nueve años.
Sin embargo, es responsabilidad de los papás, la familia y la escuela prevenir el fenómeno de la hipersexualizacion mediante la transmisión de valores y principios.
Es también necesario dosificar y supervisar la información que les llega sobre música, juguetes, videojuegos, caricaturas y películas, y comprobar que los contenidos a los que acceden sean apropiados para su edad.
De igual manera, a los niños se les debe ayudar a desarrollar un sentido crítico, explicarles, inculcarles valores como la colaboración, el amor, el respeto, mostrarles que las personas valen por lo que son y no por el atractivo físico.