Phoenix (AZ), 1 nov (EFEUSA).- Las 22 personas asesinadas en un centro comercial de la ciudad fronteriza texana de El Paso el pasado agosto por un joven que quería «matar mexicanos» son honradas con ofrendas y altares en este Día de Muertos como manda la tradición.
Museos, bibliotecas, iglesias y espacios comerciales han montado esos pequeños monumentos para recordar a las víctimas de Patrick Crusius, un joven de 21 años que fue detenido después de haber convertido un centro comercial de la ciudad en un campo de tiro.
Los altares colocados en distintos lugares de El Paso incluyen las fotos de los fallecidos, sus nombres y recortes de periódico con noticias de la masacre y están adornados a la manera tradicional con veladoras, flores de cempasúchil, papel picado de colores e incluso alimentos típicos como el pan de muerto y los tamales.
Claudia Rivers, especialista del departamento de colecciones de la Universidad de Texas, dice a Efe que este año no tuvieron duda de a quién dedicar el altar con el que anualmente honran a alguna figura latina de escritores, músicos o artistas.
Este año «fue diferente», subraya.
«Fue obvio que este año el altar merecía ser dedicado a las víctimas de la masacre en Walmart, ya que no fue un ataque solo a ellos, sino a toda una ciudad donde más del 80 % somos hispanos y donde todavía nos encontramos de luto por la inmensa tragedia», comentó.
El altar del Día de los Muertos se encuentra en el tercer piso de la Biblioteca de la Universidad en El Paso (Texas) y Rivers aseguró que atrae la atención de cientos de personas, que quieren mostrar su solidaridad ante la tragedia ocurrida el 3 de agosto.
El autor del tiroteo confesó a la policía cuando fue detenido que su objetivo era matar mexicanos. De las 22 personas a las que mató, ocho eran del otro lado de la frontera.
El joven de 21 años abrió fuego contra una multitud en el popular centro comercial Cielo Vista, uno de los más grandes de la zona y donde suelen acudir a comprar muchos ciudadanos mexicanos.
Crusius condujo casi diez horas, desde Allen hasta El Paso, para cometer la matanza y luego publicó un manifiesto en internet en el que aseguró que el ataque era una «respuesta a la invasión hispana de Texas».
«Estas acciones nos afectaron mucho y simbolizan mucho en este año para nosotros, por eso es bueno honrar la memoria de las víctimas, fue algo muy fuerte y la tragedia más grande que hemos vividos los texanos», señaló a Efe Ivanne Tarango, estudiante de la Universidad de Texas.
La joven nacida hace 21 años en El Paso indicó que siente mucho «dolor» y «tristeza» por la violencia contra los latinos, ya que sus padres son mexicanos.
«Es bastante triste, y más que fue contra los latinos, mi familia es mexicana y crecimos en frontera. Me da gusto ver este altar, mucha gente ha venido a verlo», expresó.
De igual forma el Museo Mexic-Arte creo un altar dedicado a la comunidad de El Paso sacudida por los asesinatos y alentó a los tejanos a contribuir con fotos, mensajes y cualquier elemento simbólico para el altar.
Por su parte, líderes de San Antonio (Texas) también aprovecharon la tradición mexicana de celebrar a los muertos el 2 de noviembre, para dedicar los altares a las personas que perdieron la vida en los tiroteos.
Main Plaza Conservancy, una organización sin ánimo de lucro que organiza actividades en la plaza principal de El Paso, instaló altares en la Plaza Principal de la ciudad y en la catedral católica de San Fernando.
El arzobispo de San Antonio, Gustavo García-Siller inaugurará este viernes los altares, uno de ellos elaborado por la artista Laura Varela.
«Gracias por ayudarnos a recordar a las víctimas del tiroteo de El Paso y a los inocentes perdidos en la frontera, juntos podemos ayudar a cambiar los corazones y las mentes», comentó la artista en sus redes sociales.
Casey Glueck, directora de Main Plaza Conservancy, dijo que es por medio de los altares como buscan «honrar a los seres queridos de la manera en que debe hacerse».
El Día de Muertos mexicano, que coincide con la festividad católica dedicada a los fieles difuntos, fue declarado por la UNESCO Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en el año 2003 y nació de una mezcla de costumbres españolas e indígenas.
Cada elemento en el altar tiene un significado, pero es la calavera, sin lugar a dudas, el símbolo por excelencia en la ofrenda del Día de Muertos en México, que se celebra anualmente los días 1 y 2 de noviembre a lo largo y ancho del país.