México, 1 nov (EFE).- La pintora guatemalteca Rina Lazo, quien perteneció al muralismo mexicano y fue discípula de Diego Rivera, falleció de un paro cardíaco a los 96 años este viernes en México, donde residía desde su juventud.
Lazo (Ciudad de Guatemala, 1923) estaba considerada una de las mayores representantes del muralismo tanto en Guatemala como en México, ya que inició sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Guatemala pero continuó en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado «La Esmeralda», en la Ciudad de México.
Además, fue discípula de Diego Rivera y lo asistió en la realización del mural «Sueño de una tarde dominical» en la Alameda Central capitalina.
En los años que estuvo como aprendiz de Rivera (1947-1957) realizó murales como «El agua, origen de la vida sobre la tierra» en el Bosque de Chapultepec y «El pueblo en demanda de salud», en el Hospital La Raza.
También estuvo implicada en la defensa de las denuncias sociales tanto de Guatemala como de México, e incluso fue militante del Partido Comunista Mexicano.
La carrera de Lazo fue prolífica hasta su fallecimiento, ya que expuso sus obras en múltiples países a lo largo del mundo además de en México y Guatemala y fue profesora en la Escuela de Restauración del Instituto Nacional de Bellas Artes y en otros centros docentes.
Múltiples instituciones han expresado ya sus condolencias y dado cuenta de la relevancia de su trabajo mediante mensajes en Twitter.
«Desde la Secretaría de Cultura lamentamos el sensible fallecimiento de la pintora y muralista Rina Lazo (1923-2019), cuyo inigualable talento se encuentra plasmado en obras que engalanan importantes recintos de México y otros países», se lee en un tuit de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
Por su parte, el Museo del Palacio de Bellas Artes explicó que «pintura, sus murales y lienzos seguirán como referente de su exhuberante entendimiento del color y su particular visión del universo».
El Departamento de Cultura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expresó admiración a la artista y recordó una de sus frases célebres: «El colorido lo observé e hice las manchas de color con acuarela con tal fidelidad que al colocarse sobre los muros originales se fundían en ellos».
Pese a que en los últimos años había frenado su actividad pública, su nombre volvió a aparecer hace unos meses cuando la Fonoteca Nacional de México encontró un audio el pasado junio que pensaron que podría corresponderse con la voz de Frida Kahlo, ante lo que Lazo presentó sus dudas.