México, 5 nov (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, defendió este martes la «soberanía» del país tras la matanza de nueve personas, entre ellos seis menores, de una familia de mormones, en respuesta a la oferta de ayuda militar del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.
«Es un asunto que nos toca a nosotros atender. Al Gobierno de México, de manera independiente y haciendo valer su soberanía», dijo el mandatario mexicano en la conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional.
Tras conocer la matanza, el jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, escribió en Twitter este mismo martes: «Este es el momento para que México, con la ayuda de Estados Unidos, libere la GUERRA a los cárteles de la droga y los borre de la faz de la tierra. ¡Simplemente esperamos una llamada de su gran nuevo presidente!».
Trump aseguró que si el Gobierno de México solicita ayuda «para limpiar estos monstruos», Estados Unidos está «listo, dispuesto y capaz de involucrarse y hacer el trabajo de manera rápida y efectiva».
López Obrador, quien al estar en rueda de prensa dijo que no había podido leer todavía esos mensajes, agradeció «mucho» al presidente Trump y a «cualquier gobierno extranjero» que quieran «cooperar y ayudar» en estos casos.
No obstante -a pregunta de los periodistas sobre la ayuda ofrecida por Trump- dijo que México ha de «actuar con independencia y soberanía».
Aseguró que hablará con presidente Donald Trump para agradecerle el apoyo ofrecido y ver si «hay posibilidad» de que pueda contar con su ayuda si se necesita, siempre «en el marco de la legalidad internacional vigente y de acuerdos bilaterales».
Pero en este caso en específico recalcó: «No necesitamos para atender estos casos de la intervención de un Gobierno extranjero, todo esto de una manera muy respetuosa».
Preguntado sobre la posibilidad de que el FBI se inmiscuya en el caso, apuntó: «Somos un país libre y soberano. No puede intervenir otro gobierno si no existe un acuerdo de cooperación y la solicitud expresa de nuestro gobierno».
En términos generales, explicó que tras el operativo fallido de la captura en Culiacán de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín «el Chapo Guzmán», y la ola de violencia desatada, se ha «acelerado» el diálogo para establecer un mayor control de armas de fuego que llegan a México procedente de los Estados Unidos.
El brutal ataque a una familia mormona en una carretera del norte de México dejó un saldo definitivo de nueve muertos, 6 de ellos niños. Además de seis menores lesionados, una menor ilesa y una presuntamente desaparecida, según informó este martes el Gobierno de México.
El suceso aconteció en una zona inhóspita en la frontera entre Sonora y Chihuahua durante al mediodía del lunes, si bien no fue hasta horas después que llegaron las fuerzas federales para ofrecer apoyo.
Según el Gobierno mexicano, el brutal crimen podría deberse a un choque entre cárteles que se disputan la región.