San Juan, 6 nov (EFEUSA).- En un ambiente místico y con una vestimenta de terciopelo, que cambia de violeta a azul marino con adornos y aplicaciones doradas, fue velado este miércoles en una funeraria en San Juan el fallecido y famoso astrólogo puertorriqueño Walter Mercado.
Familiares, amigos, colegas artistas y seguidores de la reconocida figura llegaron hasta la Funeraria Puerto Rico Memorial en Santurce (San Juan) para darle el último adiós a Eusebio Mercado Irizarry, nombre verdadero del astrólogo, fallecido el pasado sábado en el Hospital Auxilio Mutuo, en la capital, a sus 87 años.
«Son personas que uno las ve en la televisión y las admira. Es muy agradable tener familiares que hayan dado tanto, porque otros no han dado nada», dijo a Efe José Enrique «Henry» Mercado, hermano mayor de la famosa figura de la televisión y que siempre será recordado por su icónica frase «Paz y amor, pero mucho, mucho amor».
Además de Walter y «Henry», el trío de hermanos lo completa Aida Victoria Mercado.
«Nosotros nos criamos en varias fincas en Ponce, en Ceiba y en San Juan y siempre estuvimos bien unidos», agregó «Henry», quien resaltó además a su famoso hermano por su carrera como actor y bailarín.
«Me siento muy orgulloso por él, porque era una persona que ha dado mucho por Puerto Rico. No bebía, no fumaba, era un hombre sano y ayudaba a todo el mundo», añadió «Henry» sobre el famoso artista, de quien dijo que era tan «desprendido», que adoptó un perro callejero, a quien apodó «Reno».
Por su parte, Dannette Benet Mercado, una de las sobrinas del famoso astrólogo, afirmó a Efe que su tío fue «un segundo padre para nosotras».
«Todos los recuerdos que tenemos de él es de un padre alcahuete, cariñoso y presente de sus cachorros. A quien no le dio hijos, nos dio sobrinos. A todos nos trató por igual, con tanto amor, ternura y nos complació en todo», contó.
«No me recuerdo de ningún regaño. Todo positivo. De lo negativo a lo positivo, nos brindó un enseñanza, para aprender y mejorar», añadió la mujer, quien resaltó además la apariencia «tan flamboyante y llamativa» de su famoso tío.
«A pesar de esa imagen, siempre fue muy humilde. Salíamos a las tiendas y a comer a restaurantes, y siempre abrazaba a todo su público. Y eso llegó a cada corazón de cada persona», abundó Benet, quien trabajó 22 años con Mercado, de quien dijo que durante ese tiempo «conocíamos su mensaje y lenguaje que motivaban a las personas».
Asimismo, Willy Acosta, quien fue asistente de Mercado por 50 años, recordó a Efe todas las veces que visitaron varios países de América del Sur, como Venezuela, en Colombia, Argentina y Brasil, aunque en el último fue de donde destacó sus mayores recuerdos.
«A Brasil viajamos por tres años. Tuvo un banco de síquicos y teníamos que viajar una vez al menos a San Pablo o a Río de Janeiro para saber cómo estos síquicos estaban y su trato al público. Esa era la forma de apelar al público», indicó.
Acosta rememoró también las largas filas que hacían los seguidores de Mercado para tomarse una foto con el famoso astrólogo o que éste le firmara una imagen suya.
«Walter se dedicó a ser una persona a su público, a su gente. Él no escogía si era blanco, negro, azul o amarillo. Fue igual con todos los seres humanos. Fue cariñoso y amoroso», recalcó Acosta, quien también describió a su ahora pasado jefe como «infalible, grande, majestuoso y espiritual».
El artista se convertiría con los años en referencia televisiva en Florida y el resto de Estados Unidos para quienes esperaban de sus palabras conocer algo más de lo que les depararía el futuro.
Los horóscopos televisivos de Mercado llegaron a tener una audiencia millonaria en Estados Unidos y América Latina.
De madre española, Mercado se consagró en la astrología el día en que tuvo que llenar, en 1969, un vacío en un programa televisivo en Puerto Rico por la ausencia del cantante español Camilo Sesto e improvisó una descripción de los doce signos zodiacales con tanto éxito que acabó teniendo su propio programa.
Mercado ganó fama por su imagen y carisma, pero también por su gran tino a la hora de predecir el futuro, algo que como recuerda le señalaban desde niño, cuando a los 6 años de edad fue capaz de visualizar la caída de la campana de la escuela, lo que parece que finalmente ocurrió.
Predijo la llegada a la presidencia de Bill Clinton o la muerte de la Madre Teresa de Calcuta, entre otros hechos históricos.