México, 7 nov (EFE).- América Latina afronta los retos laborales del futuro, como la automatización y la economía digital, sin resolver rezagos del pasado, como la informalidad y la falta de seguridad social universal, señaló este jueves Rebeca Grynspan, titular de la Secretaría General Iberoamericana (Segib).
Al presentar el informe «Trabajar para un futuro más prometedor», en el Colegio de México, Grynspan advirtió una «desalineación» entre las habilidades que tienen los trabajadores y la que requieren los empleadores, lo que se refleja en que la tasa de desempleo juvenil es el doble del paro general en algunos países latinoamericanos.
«Por supuesto aquí tenemos un rezago del pasado. Entonces tenemos el doble reto de terminar la meta del siglo 20, de terminar la universalización de la seguridad social, que es un reto que no hemos logrado, y al mismo tiempo tener los instrumentos adecuados para las transiciones de empleo que se darán», comentó en rueda de prensa.
El reporte, elaborado por la Comisión Mundial Sobre el Futuro del Trabajo, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cita que dos de cada tres empleos podrían automatizarse en el futuro en las naciones en desarrollo, como las latinoamericanas, con base en datos del Banco Mundial.
Además, casi la mitad las empresas espera que la automatización reduzca su fuerza de trabajo a tiempo completo en 2022, según el Foro Económico Mundial, citado en el documento.
Por otra parte, en América Latina y el Caribe se prevé un aumento de 7,6 %, para el 2050, en la tasa de dependencia total, es decir, el porcentaje de la población con edades por debajo de los 15 años y por encima de 65 con respecto a cada 100 habitantes en el restante rango de edad, según la ONU.
«Habrá que expandir la educación porque ahora tendremos que estudiar a lo largo de toda nuestra vida. Precisamente, para adaptarnos a todas las transformaciones que se vivirán en nuestra vida laboral. Tendremos que expandir los cuidados porque viviremos más años», argumentó Grynspan.
La responsable de Segib también indicó que, ante un contexto de incertidumbre internacional, el «reto más difícil» para Latinoamérica «probablemente» es que el que comercio mundial ha crecido de forma negativa en los últimos siete meses, lo que afecta a uno de los motores de crecimiento de la región.
«Hoy no solo está creciendo el comercio internacional menos que el PIB sino que ya lo tenemos en cifras negativas. Y por supuesto que las guerras proteccionistas que hemos visto y la tensión comercial entre China y Estados Unidos es un factor muy importante de este fenómeno», expuso.
La secretaria participó en una discusión con Silvia Giorguli, presidenta del Colegio de México (Colmex), y con Roberto Russell, presidente de la Fundación Vidanta, instituciones con las que se ha aliado para analizar los problemas regionales de pobreza y desigualdad.
Giorguli coincidió en que la región afronta una combinación de retos persistentes y emergentes, que no estaban en la agenda hace una década, sobre todo aquellos con una perspectiva de género, como la brecha salarial, la conciliación de familia y empleo, y los trabajos no remunerados.
«Para el caso de México y de algunos países de América Latina, donde el tipo de seguridad social al que se tiene acceso depende de qué trabajo que tienes, pues todos estos cambios en el mundo del trabajo implican un reto adicional para romper la desigualdad que hay», indicó la presidenta del Colmex.