México, 10 nov (EFE).- El Gobierno de México informó este domingo que estableció medidas para avanzar en el cumplimiento de diversos tratados internacionales suscritos por México, a fin de prohibir el uso de plaguicidas de alta peligrosidad.
Esto con el objetivo de reducir las presiones sobre los recursos naturales y minimizar la generación de residuos y emisiones contaminantes.
Mediante un comunicado, la Secretaría de Salud, a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, la Secretaría de Economía, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural señalaron que la decisión se tomó ante la degradación ambiental que desde hace años afecta la calidad de vida de las personas.
Las dependencias señalaron que el Convenio de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes y el Convenio de Rotterdam aplicable a ciertos plaguicidas y productos químicos peligrosos objeto de comercio internacional, «tienen por objeto proteger la salud humana y el medio ambiente frente a contaminantes orgánicos persistentes».
Recordaron que tales convenciones «recomiendan adoptar medidas para prohibir la importación de productos químicos peligrosos como Azinfós-metilo, Captafol, Clordano, DDT, Endosulfán, Lindano, Alaclor, Aldicarb, Fosfamidón, Metilparatión, Carbofurano y Triclorfón, por su alto nivel de riesgo para la salud de la población».
Apuntaron que los plaguicidas de alta peligrosidad «pueden ocasionar efectos adversos en la salud por inhalación de aire contaminado, ingesta de alimentos o agua que contengan sus residuos, o bien pueden generar contaminación del suelo».
Las distintas secretarías apuntaron que la publicación en el Diario Oficial de la Federación, el 6 de noviembre del año en curso del Decreto por el que se modifica la Ley de los Impuestos Generales de Importación y de Exportación(1) «hará posible prohibir la importación de diversas sustancias tóxicas, evitando el uso de moléculas prohibidas, así como aquellos plaguicidas de alta peligrosidad cuyo registro sanitario ha sido cancelado». EFE
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