México, 11 nov (EFE).- Las reacciones a la decisión del Gobierno mexicano de conceder asilo a Evo Morales, quien renunció a la Presidencia de Bolivia exhortado por los militares, se dividieron este lunes a lo largo de una línea previsiblemente ideológica, con la izquierda respaldando la medida y la derecha objetándola.
Senadores y diputados de la coalición izquierdista Juntos Haremos Historia, encabezada por el gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), respaldaron la postura del Gobierno mexicano, que ha recibido a 20 personalidades de los poderes Ejecutivo y Legislativo de Bolivia en la residencia oficial en La Paz y le ha concedido asilo político a Morales.
Encabezados por la senadora Citlalli Hernández, de Morena, denunciaron que la Organización de Estados Americanos (OEA) se ha conducido con parcialidad al tener un pronunciamiento tardío y no intervenir en favor de Morales cuando éste manifestó querer resolver el conflicto en su país de una manera pacífica.
En conferencia de prensa, negaron que Morales tuviera una intención dictatorial, ya que fue respaldado en las urnas para seguir al frente del Gobierno.
A su vez, el senador Martí Batres, también de Morena, reprobó a la sociedad mundial por atacar a Morales, que había permanecido 13 años en el poder, y señaló que no critican de la misma manera a la canciller alemana Angela Merkel, quien ya cumplió 14 años.
Por su parte, el liderazgo del también izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) -que no forma parte de la coalición gobernante-, consideró correcta la decisión del Gobierno de ofrecer asilo político a Morales y señaló que con ello se sigue la tradición mexicana de dar refugio a activistas sociales de otros países.
«Sin lugar a dudas lo que menos se desea es que haya un mayor derramamiento de sangre y que la escalada de violencia siga aumentando; en ese sentido, es una decisión acertada que México ofrezca asilo político al expresidente Evo Morales luego de que renunciara a la presidencia de Bolivia», indicó el partido en un boletín.
Asimismo, estimó urgente que se lleven a cabo nuevas elecciones pacíficas y supervisadas por la OEA para regresar a la normalidad institucional, «porque la única salida democrática para Bolivia es el camino de las urnas, para que las y los ciudadanos elijan de manera libre a sus representantes».
«La ciudadanía en toda América Latina ha despertado y los bolivarianos tienen que unirse para evitar caer en un Estado militarista y policial», acotó.
Por su parte, el presidente del conservador Partido Acción Nacional (PAN), Marko Cortés, expresó el rechazo de la agrupación «a la decisión del Gobierno de dar asilo a quien violentó la voluntad popular para perpetuarse en el poder».
«La política exterior de México debería estar comprometida con la defensa de la democracia y los derechos humanos», añadió a través de la red Twitter.
A su vez, el expresidente Vicente Fox (2000-2006), del PAN, reprodujo en la misma red el titular de una nota de Efe según la cual Donald «Trump advierte que la salida de Morales es una señal para (Nicolás) Maduro y (Daniel) Ortega», y añadió «A Trump se le pasó mencionar a López (Obrador)», en referencia al izquierdista presidente de México.
Evo Morales, quien renunció el domingo a la Presidencia de Bolivia por sugerencia de los militares en medio de una grave crisis tras los comicios del 20 de octubre, aceptó la oferta de asilo ofrecida por México, informó este lunes el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.