México, 11 nov (EFE).- El asilo de México a Evo Morales, quien dimitió ayer a la presidencia de Bolivia, es una decisión congruente con la tradición diplomática de este país no obstante que puede crear roces internacionales y dar argumentos a los críticos, según analistas consultados este lunes por la Agencia EFE.
El asilo a Morales anunciado este lunes por el canciller Marcelo Ebrard muestra que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador «ha tenido una actitud muy apegada a la tradición de la política internacional del país», afirmó a EFE Martha Singer, politóloga de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Singer explicó que el Gobierno de López Obrador ha sido «crítico del ejercicio de la violencia y del rompimiento del Estado de derecho» y la decisión de darle asilo a Morales «es transparente y no viola ninguna norma».
Por otro lado, Singer subrayó la «tradición de fraternidad latinoamericana» en la decisión de ofrecerle apoyo a Morales, porque al momento lo «único de lo que se tiene certeza es lo que determinó la OEA (Organización de Estados Americanos) de que se llamara a elecciones nuevamente».
La analista mexicana sostuvo que la decisión de México de asilar a Evo Morales se encuentra «dentro del orden del derecho internacional».
Para Singer, no hay espacio para que la decisión de asilo tomada por México pueda generar fricciones a nivel internacional, de manera especial con Estados Unidos, un Gobierno que ha manifestado su crítica al Gobierno de Morales
«No, ninguna circunstancia de que la relación de México con Bolivia esté yendo más allá de lo que es el derecho internacional acepta: En estos terminos no tiene nada que ver Estados Unidos», apuntó la politóloga mexicana.
La maestra en taller de análisis de coyuntura política nacional e internacional en la UNAM opinó que la situación de Bolivia es compleja porque el mandato de Evo Morales «no ha terminado».
Además, apuntó, la convocatoria para elecciones en Bolivia debe hacerla el Congreso, que parece que «no se encuentra funcionando de manera regular».
El analista Salvador García Soto comentó a Efe que el asilo a Morales resulta «un acto de congruencia» de López Obrador pero al mismo tiempo un «arma de doble filo» porque podría crear roces con Estados Unidos y darle argumentos a los críticos de la «cuarta transformación» que promete en el país.
La decisión del asilo a Morales favorece la imagen de López Obrador en América Latina pero Estados Unidos puede «no ver bien» que México se convierta en articulador de la izquierda en América Latina, dijo el analista.
Tras la visita hace unos días a México del presidente electo de Argentina, Alberto Fernández, ha comenzado a hablarse de un eje progresista en América Latina.
Además de que «reafirma el liderazgo» que López Obrador parece querer ejercer en América Latina, el asilo marcaría «un viraje de la política exterior ejercida por los últimos gobiernos», indicó García Soto, articulista del diario El Universal.
García Soto consideró que el asilo a Morales puede afectar al gobierno de López Obrador porque le da argumentos a los críticos que le han cuestionado esta cercanía con gobiernos en América Latina que se han reelegido después de hacer reformas a sus constituciones.
A nivel interno, el asilo tiene la dualidad de que los que apoyan a López Obrador le van a dar su apoyo y los que le cuestionan van a ver que esta decisión va en el sentido de que quiere imponer un régimen similar y que pretende reelegirse, explicó.
Las bases del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que llevó a López Obrador a la presidencia «ven bien el apoyo, que ciertamente tiene un sustento histórico; pero también está la parte de los grupos que no ven bien a López Obrador», sostuvo
Estos grupos cuestionan que López Obrador pretende «crear un régimen similar que pretende reformar la constitución y que pretende reelegirse», concluyó en analista.