México, 13 nov (EFE).- El expresidente boliviano Evo Morales hizo este miércoles desde México un apremiante llamado a establecer un diálogo nacional para detener la confrontación en el país suramericano, a donde dijo que estaría dispuesto a regresar «si el pueblo lo pide».
«Qué bueno sería un diálogo nacional, planteado desde aquí, abierto sin ser con agenda abierta, que participen (grupos) cívicos, políticos que han perdido las elecciones, movimientos sociales de los distintos sectores», expresó Morales en una conferencia de prensa desde México, a donde llegó como asilado político este martes.
Consideró que en dicho diálogo «pueden acompañar países amigos, organismos internacionales», y exhortó a la Organización de las Naciones Unidas a que «no acepte esta clase de golpe de Estado».
«Podemos tener diferencias, lo entiendo perfectamente. Pero por encima de cualquier diferencia ideológica, programática, cultural, social, está la patria», manifestó.
Refirió que desde que renunció el domingo pasado han muerto al menos siete personas en las movilizaciones «para defender la democracia», pero aseguró que «las balas no paran las marchas, no paran la insurrección, la rebelión de los pueblos».
«La única forma de parar es que nos sentemos para dialogar», insistió Morales, e hizo un llamado a sus seguidores a no entrar «al juego de la derecha, que es la violencia», así como a las fuerzas de seguridad para que «no se manchen con la sangre del pueblo».
Morales, quien llegó el martes a la capital tras recibir asilo del Gobierno de México, dijo que «si el pueblo (boliviano) lo pide» está dispuesto a regresar a su país para contribuir a su pacificación, pero enfatizó en que «si no hay diálogo nacional va a ser difícil parar esta confrontación».
«MI GRAN DELITO ES SER INDÍGENA»
Al hacer un esbozo de su trayectoria en el Gobierno de Bolivia, iniciada en enero de 2006, y de las causas que lo llevaron a renunciar, declaró: «Mi gran delito es ser indígena».
«Mi segundo delito, estoy convencido que para algunos grupos que ostentan el poder económico, es mi lucha en favor de las familias más humildes. Cuando llegué al Gobierno había 38 % (de la población) con pobreza extrema. Nosotros la bajamos a menos de 15 %. Y no aceptan la nacionalización de los recursos naturales y los servicios», expuso.
Afirmó que Bolivia está mejor económicamente después de «liberarse de las políticas económicas que impone el Fondo Monetario Internacional», y argumentó que no solo hay estabilidad económica sino crecimiento «justamente por la continuidad» en el Gobierno.
«Y el pueblo entendió; por eso ganamos en la primera vuelta» de las elecciones del 20 de octubre, aseveró.
FUSTIGA A LA OEA
El exmandatario denunció a la Organización de los Estados Americanos (OEA) por facilitar la crisis en Bolivia al denunciar irregularidades en los comicios del 20 de octubre y por permitir lo que califica de golpe de Estado en su contra.
«La OEA no está al servicio de los pueblos latinoamericanos y menos de los movimientos sociales; está al servicio del imperio norteamericano», dijo.
Añadió que si se hubiese determinado que no ganó en la primera vuelta electoral, «entonces, cumpliendo con las normas y la Constitución, hay una segunda vuelta».
El domingo, Morales había anunciado la repetición de las elecciones presidenciales después de que la OEA diera a conocer numerosas irregularidades en los comicios del 20 de octubre, en los que fue reelegido para un cuarto mandato.
Poco después anunció su renuncia a la Presidencia tras casi 14 años en el poder y aceptó el asilo ofrecido por México.
Si bien reconoció que no tiene evidencia de que el Gobierno estadounidense esté detrás del movimiento en su contra, opinó que «seguramente (los estadounidenses) son los que aportan la estrategia».
Asimismo, reiteró que quiere una investigación del incidente que padeció en helicóptero el 4 de noviembre y del que salió ileso. «Ahora me doy cuenta, y seguramente ustedes se han informado, de que el accidente de helicóptero creo que no era casual», sostuvo.
Un helicóptero de la Fuerza Aérea Boliviana que trasladaba al entonces presidente aterrizó el 4 de noviembre de emergencia pocos minutos después de haber despegado por una falla mecánica, sin que el incidente dejara heridos.
Este miércoles, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que «si hace falta» entrará en comunicación con Evo Morales, al tiempo que lo calificó como «un buen gobernante» y dijo que «dejó muy buenos resultados» en Bolivia.
Aseguró por ahora que quiere que Morales tenga tiempo y libertad para sus cosas. «Él debe sentirse en México como en su casa, eso sí», acotó.