México, 20 nov (EFE).- El expresidente de Bolivia Evo Morales expresó este miércoles desde México su respaldo a que se celebren elecciones en su país en las que él no sea candidato, aunque advirtió que la mandataria interina Jeanine Áñez infringirá la Constitución si las convoca por decreto.
«No me opongo. Si la solución son elecciones, bienvenido», dijo en rueda de prensa en Ciudad de México Morales, quien acto seguido advirtió: «Convocar elecciones por decreto es en contra de la Constitución».
El político boliviano, quien renunció a la Presidencia hace diez días y está asilado en México desde el 12 de noviembre, hizo un llamado para que faciliten su regreso a Bolivia y aseveró que no tiene «ningún problema si no quieren que sea candidato» en unas eventuales elecciones.
Áñez anunció este miércoles que en las próximas horas tiene previsto convocar por decreto nuevos comicios si no logra un acuerdo con el Parlamento, donde tiene mayoría el partido de Evo Morales.
Además, el Gobierno interino de Bolivia anunció que presentará una denuncia internacional en contra de Morales por «crímenes de lesa humanidad», al acusarle de organizar desde su asilo en México los bloqueos para impedir que llegue alimento a varias ciudades bolivianas.
«No soy ningún delincuente para estar fuera de Bolivia. Pido a facilitadores y mediadores que me permitan entrar allá dispuesto a ayudar al diálogo», expresó el político boliviano.
Morales sostuvo que sigue «siendo presidente» porque la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia no votó su renuncia, además de ser «presidente electo» porque, según dijo, ganó limpiamente los comicios del 20 de octubre.
En ese sentido, deslegitimó el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre las irregularidades en los comicios en los que fue reelegido par un cuarto mandato y dijo que «hay dos o tres informes de instituciones y organismos expertos» que confirman su victoria en primera vuelta.
«Estamos invitando a instituciones y organismos internacionales, al hermano papa Francisco, la Iglesia Católica y a otros para crear una comisión de la verdad sobre la elección del 20 de octubre», expresó Morales.
Morales aseveró que su «mayor delito» es «haber nacionalizado recursos naturales» y agregó que su «proyecto de liberación política, social, cultural y económica ha demostrado que hay otra vía para resolver los problemas económicos y el desarrollo» de Bolivia.
Además, denunció que desde que abandonó el país ha habido «30 muertos a bala» en lo que calificó como una «masacre»: «En Bolivia están matando a mis hermanas y hermanos», dijo Morales, quien mostró vídeos a la prensa de varios fallecidos.
El número de muertos durante los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de Bolivia y un grupo de manifestantes en El Alto, la segunda ciudad más poblada del país, subió a seis, informó este miércoles la Defensoría del Pueblo.
Morales abandonó Bolivia el pasado 11 de noviembre después de que las Fuerzas Armadas le forzaran a dejar el cargo, luego de que el domingo 10 de noviembre una auditoría de la Organización de Estados Americanos (OEA) señalara «graves irregularidades» en las elecciones del 20 de octubre.
La renuncia de Morales ha sido calificada como «golpe de Estado» por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos.
Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.