Quedaron convertidos en marido y mujer Fermín Envila de Garay y Cecilia de Jesús Padilla Padilla, en una ceremonia que tuvo lugar en el templo de Nuestra Señora del Rosario (La Merced).
Radiantes de felicidad, los novios se presentaron en el sacro recinto acompañados de sus respectivos padres, padrinos y demás allegados.
El sacerdote llevó a cabo el ritual matrimonial, durante el cual preguntó a los enamorados si estaban dispuestos a amarse y respetarse como esposos, así como a recibir con amor los hijos que Dios les mande, a lo que contestaron afirmativamente, aceptándose como marido y mujer.
Postrados ante la imagen del Todopoderoso, los contrayentes recibieron la mancuerna matrimonial y más tarde la bendición nupcial.