México, 8 oct (EFE).- Los puestos ambulantes de tacos y elotes (mazorcas de maíz) son una tradición en las calles mexicanas, por lo que la propuesta de ley para crear nuevos impuestos para estos vendedores y el resto de los informales, impulsada por una alcaldesa mexicana, ha generado una nueva polémica en México.
Maki Ortiz, presidenta municipal de Reynosa, ciudad fronteriza del norteño estado de Tamaulipas, propuso en el Congreso federal la Ley de Impuesto a la Informalidad, que gravaría a nivel nacional el 5 % de los ingresos de los vendedores informales cuyos ingresos anuales sean menores a 2 millones de pesos (unos 102.000 dólares).
«Queremos que se establezca una ley sobre los establecimientos informales, nadie como nosotros conocemos a los informales, los tenemos en un censo, todos los taqueros, todos los eloteros», expresó Ortiz ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados.
Durante una sesión del Parlamento Abierto, Ortiz, junto a otros alcaldes, reprochó a los legisladores federales la reducción de recursos para los municipios, por lo que sugirió crear el impuesto nacional a los vendedores informales para que después se transforme en un fondo para las ciudades y municipios.
Aunque los municipios ya recaudan recursos al cobrarle permisos a los comerciantes informales, la funcionaria expuso que los presidentes municipales pueden cooperar con la información de los vendedores que hay en cada ciudad «y que generarían impuestos y riqueza para todos».
La propuesta ha llegado a las redes sociales con la etiqueta #ConLosTacosNo -que ha sido ‘trending topic’- que los usuarios han utilizado para criticar a la alcaldesa de Reynosa, donde los vendedores callejeros de comida aseguran que ya pagan 50 pesos diarios (2,5 dólares) por instalarse.
«Está mal. Si de puro derecho de piso, ¿cuánto se paga? Son casi 11.000 pesos al año (550 dólares). No salen (las cuentas). No se vende», manifestó a Efe Diana, vendedora de elotes.
Otros comerciantes mencionaron que estarían de acuerdo en el impuesto, pero con la condición que las ventas sean prósperas y que la recaudación se refleje en el desarrollo local y los servicios públicos.
«Si es algo para el bien del municipio estaría de acuerdo. Si el dinero se va a quedar aquí, como ella dice de la riqueza, y se va a engrandecer Reynosa pues estoy de acuerdo. Pues aquí vive ella, aquí vivo yo y aquí viven mis hijos», reconoció José Luis Hernández, otro vendedor de elotes.
En México, los trabajadores informales representaron el 56,4 % del total de la población ocupada, por debajo del 56,9 % que había en el mismo mes de 2018, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Por esta razón, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) en Reynosa, Advento Sosa Garza, coincidió con la alcaldesa en que los vendedores ambulantes también tienen que contribuir con sus impuestos.
«Creemos que la discusión de fondo se está trivializando por quererlo enfocar en los elotes y los tacos cuando el problema es más complejo de lo que se mira. El comercio informal de nuestro país representa el 24 % del producto interno bruto (PIB). Entonces de ese tamaño es la problemática», declaró Sosa Garza a los medios.