Varsovia, 10 oct (EFE).- La ganadora del premio Nobel de Literatura 2018, la polaca Olga Tokarczuk, es «la mejor representante del realismo mágico polaco», afirma Abel Murcia, el traductor al español de uno de sus libros (solo dos han sido traducidos), quien dice de esta autora «poliédrica» que «domina como nadie el relato corto».
«Hay una parte de Tokarczuk que se puede catalogar sin dudas como realismo mágico, por ejemplo en ‘En un lugar llamado antaño’ (1996), un realismo mágico eslavo, centroeuropeo, polaco, que bebería directamente de las fuentes de ‘Cien años de soledad'», de García Márquez, aseguró Murcia a Efe, que es director del Instituto Cervantes de Varsovia.
Murcia es el traductor de la novela «Ara a través de los huesos de los difuntos», publicada en España por Siruela en 2015 y llevada al cine por la directora polaca Agnieszka Holland en 2017.
En «En un lugar llamado antaño» se crea un universo similar al de García Márquez, con una historia que se desarrolla en una aldea mítica supuestamente ubicada en el centro de Polonia, un microcosmos en el que, en menor escala, se pueden observar las leyes que rigen el universo.
En otro de los grandes éxitos de Tokarczuk, «Los corredores» (2017), Premio Nike y el Premio Internacional Booker (2018), «la construcción tiene mucho que ver con ‘El Quijote'», subraya Murcia, quien destaca cómo la autora «es capaz de unir múltiples géneros e historias, todo un mundo que puede parecer deslavazado pero que acaba adquiriendo verdadera coherencia».
«Olga Tokarczuk es una maestra en esto, además domina como nadie la técnica del relato corto» y, de hecho, «Los corredores» nace de una serie de múltiples historias.
«Es un premio totalmente justificado», afirma Murcia, quien es también el traductor al español de otra polaca galardonada con el premio Nobel de Literatura (1996), Wislawa Szymborska.
Esta novela es junto con «En un lugar llamado antaño» la única traducida al español, aunque Agata Orzeszek, traductora de los libros del mítico periodista polaco Ryszard Kapuscinski, está actualmente trabajando en la traducción de varios trabajos de Tokarczuk, según adelanta Murcia.
«Ara a través de los huesos de los difuntos», que recibió críticas por su ecologismo radical, es una muestra «de uno de los grandes rasgos de Tokarczuk, una persona preocupada por los principales problemas actuales y por todo lo que tiene que ver con el ser humano», afirma el director del Cervantes en Varsovia.
«En su obra queda patente lo mucho que ella se interesa por cuestiones como el cambio climático, la defensa del medio ambiente y del ser humano en ese ambiente, con una absoluta apertura de brazos a todo lo que es la naturaleza humana», añade su traductor.
Tokarczuk nunca ha escondido sus comienzos humildes, como limpiadora en un hotel de Londres, algo puede ser la causa de ese carácter cercano y próximo que suele exhibir, «muy familiar con todo el mundo, con una empatía natural que demuestra en cada encuentro con sus lectores», recuerda Murcia.