Cuernavaca (México), 10 oct (EFE).- Artesanos mexicanos expertos en la elaboración de máscaras de látex de figuras públicas sumaron a su colección al legendario cantante José José, a modo de homenaje a la trayectoria del fallecido intérprete de «El triste».
«Queríamos mostrar una parte feliz de su historia. Reconociendo su trayecto y lo importante que fue para el pueblo de México», declaró este jueves a Efe el diseñador del molde de la cara del Príncipe de la canción, Jorge Tecksta.
La máscara del intérprete cuyos restos fueron inhumados este miércoles en México, se destaca por la expresión afable y sonriente del cantante.
Los artesanos ya han producido alrededor de 2.000 piezas de la máscara y esperan que su producción alcance las 5.000 de cara a las celebraciones de Halloween y Día de Muertos, donde las personas suelen disfrazarse.
La máscara tiene la sonrisa de una fotografía del cantante cuando rondaba los 50 años, edad en la que a consideración del diseñador y del comité de consulta de la empresa Caretas Rev -ubicada en el municipio de Cuernavaca, en el céntrico estado de Morelos- fue la mejor etapa del Príncipe de la canción.
«No nos gustó reflejar su decadencia por eso decidimos darle esa cara feliz, contento y nada triste, como su canción», dijo Tecksta mientras amplía la pantalla de su computadora para mostrar la foto donde el cantante sonríe.
El José José de látex tiene un cabello negro y espeso, ‘bolsas’ debajo de los ojos, pero su mirada es alegre y su sonrisa amplia con una pequeña inclinación a la mejilla derecha.
El diseñador relató que el rostro del cantante lo encontró en una fotografía de perfil donde refleja un ambiente alegre, en paz y feliz, aunque esto le llevó 16 horas de navegación por internet y la revisión de centenares de imágenes.
«Me apoyé también en mis recuerdos, de cómo era él, cómo quisiera verlo y cómo me gustaría que la gente lo percibiera», explicó el diseñador.
Raúl Serrano, jefe de Desarrollo de Productos, confirmó que la decisión de hacer la máscara del cantante fue una respuesta a la información ‘viralizada’ que surgió tras su muerte y los conflictos entre sus hijos.
Dijo que ya se produjeron y distribuyeron las primeras 2.000 piezas y que podrían llegar a unos 5.000 en estas semanas, que son anteriores a la celebración de las fiestas del Halloween y del día de muertos en México.
Los primeros reportes de venta reflejan una aceptación favorable, dijo Serrano y la previsión es que aumente porque esta es la semana de mayor auge de la noticia (sobre su muerte y sepelio), pero después vienen las fiestas de disfraces.
Leticia Salinas, encargada de colorear los detalles de las máscaras, que en su mayoría son monstruos, el hecho de pintar la de José José le parece especial porque su rostro se ve contento. «Así deberían ser recordados todos los muertos», señaló.
Su compañera María Salome expresó su lamento por el cantante fallecido aunque admitió un sentimiento encontrado cuando le tocó etiquetar el producto.
«Sentí bonito y a la vez un poco mal porque me gusta su música», dijo María Salomé, mientras entonaba «Amar y Querer» y «Buenos días, amor», ambos éxitos del Príncipe de la canción.
Así que José José, está en buenas manos, en las mismas que elaboraron la máscara de personajes como el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, el cantante mexicano Juan Gabriel y a Freddie Mercury, vocalista del grupo Queen.
En exhibición tienen además caras del revolucionario argentino-cubano Ernesto «Che» Guevara, del futbolista argentino Diego Amando Maradona y del brasileño Edson Arantes do Nascimento, el famoso Pelé.
El capo mexicano de las drogas Joaquín «el Chapo» Guzmán Loera, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, también tiene su máscara en la vitrina donde están las de los expresidente de México, Carlos Salinas y Vicente Fox, y una de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.
«Sentí un poco de nostalgia al ver sus últimas fotografías. Te quedas pensando en cómo fue al final de su vida, este sufrimiento. (…) Pues sí te da tristeza ver la personalidad que fue en su momento y como fue decayendo», concluyó Tecksta.