México, 12 oct (EFE).- La octava novillada del Ciclo Soñadores de Gloria 2019 finalizó con la polémica y protestada puerta grande del mexicano Sebastián Ibelles. El también mexicano Andrés Jusef Hernández Medina cortó una oreja mientras el español Francisco De Manuel saludó al tercio tras lidiar a sus dos novillos.
Los novillos de Vistahermosa resultaron escasos de fuerzas y pasados de peso en general, pero con nobleza, siendo mansos primero, cuarto y quinto. Unas 1.500 personas acudieron a la plaza en una noche de lluvia en la Ciudad de México.
Gran parte del público ayer presente en la Plaza México protestó, con energía y razón, la primera puerta grande del ciclo Soñadores de Gloria 2019 lograda por Sebastián Ibelles.
Habría que recordar a los que afearon la decisión del juez de otorgarle una oreja en su segundo novillo (al que no dio un solo pase y mató de un bajonazo), que empujaron para que el joven mexicano recibiese su primera oreja por una labor de pases sueltos con el pico, siempre en paralelo y despegado.
Gustó al público su estocada certera y los pases largos pero sin ligazón ni sitio, a los que ayudaba la nobleza rectilínea del astado, y sobre todo tres circulares insustanciales por la propia naturaleza de esta suerte.
Una primera oreja la de Ibelles que inició la deriva del juez a la hora de repartir méritos. Este triunfo convierte a Sebastián Ibelles en el triunfador, por ahora, de las novilladas en Plaza México en el año 2019, mal síntoma.
El ambiente estaba cargado de folclorismo por la presencia de Hernández Medina, el espontáneo que siete días atrás saltó al ruedo pidiendo una oportunidad que se concretó en la noche de ayer. Tuvo la suerte de tener enfrente los dos mejores novillos de la noche.
Con ambos repitió esquema en todos los tercios. Recibió a puerta gayola en el centro del ruedo, citó con el capote de lejos, puso banderillas atléticas pero sin asomarse al balcón y toreó de lado que no en paralelo, recuperando sitio con muchos pasos entre lance y lance.
De vulgares maneras, tuvo al público de su lado, lo que le facilitó una primera oreja gracias a la nobleza del tercer novillo y a la estocada recibiendo. En el que cerró plaza el público no tragó con la propuesta de gestos sin lidia alguna. Con ese novillo ejecutó Jusef cuatro largas cambiadas seguidas, su mejor propuesta de la noche.
La mejor faena realizó el madrileño De Manuel con el que abría plaza, un novillo manso y débil al que logró meter en la muleta sin que se cayese, con pases muy ceñidos, cargando la suerte y cruzado.
Eran tandas de dos en dos en el sitio que reclamaba el animal, rematando con pases de pecho profundos y todo hecho con la figura recta.
Mató de una estocada canónica, en todo lo alto. Solo se vieron unos pocos pañuelos que apenas sirvieron para un saludo al tercio.
Con su segundo novillo, De Manuel, tras comprobar cómo sus compañeros de terna lograban una oreja cada uno con un toreo vulgar y despagado, optó por recorrer la misma senda. Toreó con el arco de las piernas abierto, sin cruzarse ni intentar ligar al más manso de la corrida.
Aun así la faena fue de menos a más y logró sacar algún derechazo de mérito al novillo. A pesar de recibir aviso y descabellar saludó a los tendidos entre aplausos.
Un par de Diego Martínez de dentro afuera y un quite por dentro pegado a tablas de Fernando García, que alivió al banderillero Sergio González, fueron los momentos más destacables de la cuadrillas en la octava de ciclo.