México, 13 oct (EFE).- Los grandes mitos de la conquista de México, como la traición de Malinche o el que 800 españoles tomaron un imperio, fueron puestos al descubierto por el arqueólogo mexicano Eduardo Matos Moctezuma al iniciar este domingo el «IV encuentro Libertad por el Saber 1519. A quinientos años».
Todavía en los tiempos actuales a las personas que tienden más a lo extranjero que a lo mexicano se les acusa de «malinchistas» (de Malinche). «Esto ha permeado siempre», señaló Matos Moctezuma, de 78 años, director y fundador del Proyecto Templo Mayor.
«El de la Malinche es un primer mito que hay que desmitificar», puntualizó Matos en su conferencia «Mitos y Realidades de la Conquista de México», la primera de este encuentro que transcurrirá del 13 al 23 de octubre en la sede de El Colegio Nacional de México.
Aseguró que la Malinche, intérprete indígena del conquistador Hernán Cortés, «no era una traidora, no era mexica».
«Si hubiera sido mexica o azteca, entonces sí, traicionaba a su propio pueblo, pero al contrario había sido testigo de la expansión que Tenochtitlan hizo en aquellas regiones y se unió para apoyar a quienes pudieran defenderlos», abundó.
La Malinche fue de las mujeres que los indígenas del actual estado mexicano de Tabasco le regalaron a Cortés tras la batalla de Centla en 1519, ganada por los españoles, y su dominio de las lenguas maya y náhuatl la convirtieron en un personaje importante de la conquista de México en 1521.
En este sentido, Matos Moctezuma destaca la «beligerancia» que contra los españoles manifestaron los mayas -que no fueron dominados por Tenochtitlan- en contraste con el buen recibimiento que les dan las culturas de la costa del Golfo.
«Hay un cambio radical entre los mayas y los grupos costeros que estaban bajo el control de Tenochtitlan. Estaban agobiados por la imposición de tributos y ocurre que apoyan a Cortés», que aprovecha y con ese apoyo «ve tierra firme» y se asienta para lanzarse a la conquista del imperio mexica.
En este punto de la historia llega «otro mito», el de que Cortés quemó sus naves.
«¡No las quemó nunca!», apuntó el arqueólogo, que asegura que el conquistador español mandó encallar las naves, una medida que además le permitió controlar a los inconformes que pretendían regresar a Cuba.
Matos extiende sus comentarios a la presunta reacción que tuvo el emperador mexica Moctezuma ante la cercanía de Cortés, al que le envió regalos para pedirle que volviera al lugar de donde vino porque «ya veía el peligro que se presentaba» con su llegada.
El arqueólogo aseguró que otro gran mito es asegurar que fueron 800 españoles los que conquistaron el imperio mexica, cuando realmente se formó una fuerza en la que participaron miles de indígenas que eran enemigos de Tenochtitlan.
«No eran 800 españoles. Eran miles y miles de indígenas. Eran dos ejércitos formidables», sostiene Matos, que ha sido distinguido con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2007 y la Universidad de Harvard le entregó en 2002 la medalla Henry B. Nicholson.
Matos relató que Cortés ordenó construir 13 bergantines en Tlaxcala y mandó por los aparejos de las naves encalladas en la costa de Veracruz, para asediar por agua a Tenochtitlan, que se defendió con miles de canoas.
«Era una fuerza de cerca de 70.000 soldados contra el (imperio) mexica que defendía su ciudad», en un asedio que se alargó durante 90 días con «combates bastante crueles», donde se habla de 60.000 muertos en la lucha y de 50.000 por hambre.
Durante el IV Encuentro Libertad por el Saber se pretende una reflexión que ayude a comprender mejor «lo que fuimos y lo que somos como país» desde la perspectiva de la medicina, la lingüística, la historia, la arqueología, la biología y la literatura.