México, 14 oct (EFE).- La corrupción, la falta de eficiencia en la distribución y los recortes impuestos por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador agudizan el desabastecimiento de medicamentos en México, según reveló un informe divulgado este lunes.
«Este tema implica una gran sensibilidad ya que pone en riesgo la vida de miles de pacientes», manifestó en rueda de prensa Luis Fernández, director ejecutivo de la organización Nosotrxs, participante del informe «No al Huachicol de Medicinas».
El reporte, realizado por siete organizaciones civiles, recabó de mayo a septiembre la participación de 19.000 personas en el país que compartieron unas 2.300 historias de desabastecimiento de medicamentos.
De las cuales, 912 de estos reportes corresponden a diabetes, hipertensión, cáncer, VIH y fallo renal.
Mientras que el mayor número de caso documentados, el 25 %, provienen de la Ciudad de México, 12 % del Estado de México, 7,5 % de Veracruz y 4,8 % de Chihuahua.
Según los reportes recibidos, los cuales se hacen de manera anónima, las principales causas de la escasez son fallas en la cadena de abasto, las nuevas reglas en la compra de medicamentos impulsados por el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador y los casos relacionados con posibles cadenas de corrupción.
De acuerdo con Janet Oropeza, investigadora de la organización Fundar, el reporte resaltó además, que en este tema persiste una mala gestión en recursos públicos.
Tan solo en el Fondo de Aportaciones para los Servicios de Salud, que tiene como objetivo aportar recursos a los estados para la prestación de servicios de salud a la población que no cuenta con empleo formal o no tiene seguridad social, se detectaron malos manejos por 5.000 millones de pesos (259 millones de dólares).
Oropeza señaló que también encontraron un problema en la transparencia y acceso a la información y por ello aún es complicado saber qué se compra, a quién y a qué precios.
«Además, encontramos que las entidades con mayores índices de pobreza es donde existe menos transparencia», manifestó.
Luis Fernández lamentó que en este tipo de reportes también se ponga en evidencia la falta de mayor participación debido a que todavía los pacientes suelen tener miedo de denunciar.
«Tenemos todavía el reto de romper el miedo socialmente», manifestó e incluso dijo «el miedo no es solo de pacientes, sino del propio personal de salud de no decir que faltan insumos y material médico».
Por su parte, Luis Adrián Quiroz, coordinador de la organización Derechohabientes del IMSS viviendo con VIH, aseguró que esto «habla del nivel de complejidad para reportar el desabastecimiento de medicamentos en México».
Brenda Ponce, representante de la organización Juntos contra el Cáncer, exhortó a la población a denunciar «y nosotros refrendamos el compromiso con los pacientes porque esto es apegado a su derecho a la salud».
Exaltó la importancia de la denuncia ya que con esto «se puede saber qué es lo que se necesita y qué tipo de medicamentos son los que hacen falta».
Mientras que otro de los graves problemas, dijo Janet Oropeza, es el tema de los beneficios fiscales que apenas a principios de octubre destapó Fundar, donde se reveló que en el sector salud seis empresas farmacéuticas y una distribuidora fueron las más beneficiadas en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
«Fueron un total de 5.781 millones de pesos (unos 300 millones de dólares)», afirmó.
Recordó que esto causa doble afectación al gobierno pues por un lado no recibe esos impuestos y por el otro se afecta la competitividad del sector.
Finalmente, Abel Valdez, director de innovación de la organización Nosotrxs, explicó que con el reporte se descubrió que existen enfermedades que estaban invisibilizadas, pues entre las que más desabastecimiento tienen son los padecimientos psiquiátricos.
Del mismo modo, explicó que el siguiente paso será comenzar a profundizar en las redes de corrupción que existen y el robo hormiga en las clínicas, los cuales dijo representan entre 10.000 y 15.000 millones de pesos (519 y 778 millones de dólares) en todo el sector salud.
La crisis por la falta de medicamentos se ha agudizado en este año debido a los recortes presupuestarios y a los cambios en la forma de comprar las medicinas impuestos por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien asumió el poder el pasado 1 de diciembre.
Instituciones como el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y la Secretaría de Salud han asegurado que en sus hospitales el abasto de estos medicamentos sigue siendo suficiente.
Aunque ocasionalmente enfermos de varios padecimientos han denunciado la falta de ellos por varios canales, e incluso se han manifestado.
Germán Martínez, quien fue nombrado a principios de este gobierno como director del IMSS, renunció a su cargo en mayo argumentando una «injerencia perniciosa» de la Secretaría de Hacienda en la dependencia.