Redacción Internacional, 17 oct (EFE).- El legado de la cubana Alicia Alonso, la legendaria figura mundial de la danza clásica que falleció este jueves a los 98 años, fue resaltado por Gobiernos, personajes de la cultura y sus discípulos, por su gran aporte al arte.
Alonso, que se mantenía en activo bajo la dirección del Ballet Nacional de Cuba (BNC), sufrió de casi ceguera total, pero eso no le impidió estar a la cabeza de la compañía al supervisar el trabajo de jóvenes bailarines que hoy la recuerdan.
La cubana se encontraba ingresada por complicaciones de salud en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (CIMEQ) de La Habana, donde murió poco antes del mediodía, según confirmó a Efe un representante del BNC.
Uno de los primeros en expresar sus condolencias fue el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien se encuentra en México, al resaltar el «enorme vacío» que deja la mítica bailarina.
«Alicia Alonso se ha ido y nos deja un enorme vacío, pero también un insuperable legado. Ella situó a Cuba en el altar de lo mejor de la danza mundial. Gracias Alicia por tu obra inmortal», escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
El ministro español de Exteriores en funciones, Josep Borrell, que finalizó este jueves una visita oficial a Cuba, dijo en Twitter que Alonso era «una figura irrepetible y universal que representó como nadie el enorme talento artístico de los cubanos. Descanse en paz».
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, lamentó la «gran pérdida» por el fallecimiento de la icónica bailarina y extendió sus sinceras condolencias al Gobierno y pueblo de Cuba. «Vivirá por siempre con su arte entre nosotros. Descanse en paz», expresó en Twitter.
Panamá resaltó su vida artística que abrió camino a otros bailarines latinoamericanos en el mundo. La directora del Ballet Nacional del país centroamericano, Gloria Barrios, la describió como «una dama, una mujer sumamente inteligente, muy trabajadora».
La ministra de Cultura salvadoreña, Suecy Callejas, envió sus condolencias a Cuba y la familia. En 2017 Alonso recibió el Doctorado Honoris Causa otorgado por la Universidad de El Salvador (UES) en reconocimiento a su trayectoria artística.
La trayectoria de la cubana fue destacada a nivel mundial al ser elevada al rango de primera bailarina, lo que le abrió las puetas a muchas artistas.
«Se fue mamá. La estrella más grande de todas. Alicia Alonso ¡inmortal!», escribió en Twitter el bailarín y coreógrafo cubano Carlos Acosta uno de sus pupilos.
Alihaydee Carreño Delgado, otra de las discípulas de la bailarina cubana, dijo desde Miami que pese a la «alianza» de su maestra con el Gobierno de Cuba ella siempre será una «diosa del ballet» para los que aprendieron su «fuerte» técnica.
El cubano Erick Rodríguez, primer bailarín de la Compañía Nacional de Danza de México, dijo a Efe que la noticia lo cogía por sorpresa y recordó cuando ella explicaba «cómo se le debería tomar la mano a una mujer, por qué era la primera danza, por qué era la segunda danza».
También el bailarín y coreógrafo argentino Julio Bocca declaró que, a partir de la muerte de la gran dama de la danza cubana Alicia Alonso, se va a echar de menos su «lucha por la calidad en la danza».
El director español del Ballet Nacional de Uruguay (BNS), Igor Yebra, dijo a Efe que la muerte de Alonso «es una gran pérdida para la danza en Latinoamérica» por «lo que significó» en estas artes.
La Unesco le rindió un tributo a «una artista única», quien era embajadora de buena voluntad de la organización.
Por el momento no se han difundido detalles sobre los funerales y homenajes que previsiblemente rendirán en la isla caribeña a su «prima ballerina assoluta».
Nacida en La Habana el 21 de diciembre de 1920 y de padres españoles, Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo comenzó a bailar a los nueve años, realizó parte de su formación en Estados Unidos y desarrolló una larga y laureada carrera que la llevó con papeles protagonistas a los principales escenarios del mundo.