Redacción Deportes, 18 (EFE).- El partido que debían disputar los Dorados contra los Potros de Atlante fue suspendido después de que la detención de Ovidio Guzmán, uno de los hijos del Chapo, desatara una ola de violencia del cartel de Sinaloa que convirtió la ciudad de Culiacán en una zona de guerra.
Por ese motivo, la Liga MX acordó el aplazamiento sin fecha decidida del encuentro del exequipo de Diego Maradona, tras el caos que provocaron los numerosos tiroteos que se sucedieron por la ciudad.
"La LIGA MX informa que el compromiso entre el Club Dorados de Sinaloa y el Club Atlante, correspondiente a la Jornada 10 del Torneo Apertura 2019 de ASCENSO BBVA MX, no se disputará el jueves 17 de octubre por cuestiones de seguridad en la Ciudad de Culiacán, acatando las indicaciones de las autoridades, y salvaguardando la integridad de aficionados, jugadores y árbitros. La LIGA MX estará en constante comunicación con las autoridades y cuando se tenga certeza se informará la fecha para disputar dicho partido", señaló en un comunicado.
Los Dorados colgaron en su cuenta de Twitter el siguiente mensaje: "Hoy vivimos uno de los días más difíciles para nuestra querida ciudad, pero juntos saldremos adelante. #CuliacánUnido".
Y Atlante, por su parte, comunicó que toda la plantilla se encontraba bien, después de que circulasen rumores de que había habido tiroteos cerca de su hotel de concentración.
"Lamentamos la situación que se presenta hoy en Culiacán, jugadores, cuerpo técnico y directiva se encuentran bien. La institución seguirá los protocolos de seguridad, acatará las indicaciones de la Liga y les mantendremos informados cuándo se podrá jugar el duelo de la fecha 10", señaló.
La captura del hijo del Chapo Guzmán, de 28 años, y acusado en Estados Unidos de tráfico de cocaína, de metanfetamina y de marihuana, puso en jaque no solo a la patrulla militar, sino a la ciudad que soportó bloqueos de calles que incluyeron los accesos a la ciudad.
Durante buena parte de la tarde, la gente de Culiacán permaneció resguardada en sus lugares de trabajo y en sus casas y la actividad comercial se paralizó por horas, mientras los tiroteos se escuchaban en varios puntos y desde lejos se podía ver el humo de autobuses de pasajeros que fueron incendiados para bloquear el tránsito.
La detención de Ovidio Guzmán hizo que las células del cartel de Sinaloa desataran tal ola de violencia que provocó los rumores de que las autoridades lo habrían liberado para evitar represalias contra la población.
Según informó a medios el Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda, de forma "preliminar" hay 21 personas lesionadas por arma de fuego y, aunque todavía "sin confirmar", se contabiliza la muerte de varios miliares y miembros de la Guardia Nacional, además de "dos o tres civiles". EFE
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