México, 19 oct (EFE).- El francés Maxime Solera se destaca en el cartel de la décima novillada de Soñares de Gloria 2019 de este domingo en la Plaza México en la que hará el paseíllo con los mexicanos José María Mendoza y Ramón Jiménez.
Los novilleros lidiarán reses de Fernando Lomelí, ganadería fundada en 1978 y ubicada en Saltillo, estado mexicano de Coahuila.
El ciclo Soñadores de Gloria 2019 entró en sus últimas corridas en una senda de triunfalismo exagerado con los triunfos de Sebastián Ibelles y Miguel Aguilar, con vueltas al ruedo con novillos apunto de doblar toda la lidia y en general con un criterio poco exigente por parte de aficionados y autoridad.
A esto sumar la anomalía de dar una oportunidad a un espontáneo que interrumpió la lidia de un compañero la semana anterior.
Así se presenta la que debe ser una de las últimas novilladas del año en Plaza México una vez que se han anunciado el arranque de la Temporada Grande el primer fin de semana de noviembre.
Del cartel de mañana destaca la presencia de Solera. El galo ha toreado en 22 ocasiones este 2019, un número muy por encima de la media de los novilleros que han hecho el paseíllo en Soñadores de Gloria 2019.
Sus triunfos son relevantes por la importancia de las plazas y la seriedad de los hierros que enfrenta. En julio cortó dos orejas a un mismo novillo de Monteviejo, propiedad de Victorino Martín, en la localidad francesa de Céret.
Este hito no sucedía en la ‘torista’ plaza francesa en tres décadas.
Junto a Solera, por tercera vez en este ciclo 2019, estará el mexicano Mendoza. Ya ha cortado apéndice en estas novilladas en La México, pero parece hay un empeño especial en que el nacido en la Ciudad de México logre un triunfo rotundo. Su toreo aunque valeroso tiene por ahora pocas cosas significantes.
Cierra el cartel Jiménez, nacido en Guadalajara, México, quien se presentó con picadores en la plaza de toros Rodolfo Rodríguez, el Pana, de Apizaco, estado de Tlaxcala, el 12 de mayo de 2019. Toreó, cortando una oreja, este verano en la plaza del Arroyo en Ciudad de México.
Los de luces tendrán enfrente el ganado de Fernando Lomelí. Desde 1978 esta casa ganadera cría sus reses en pleno desierto, en pastos inducidos. Se da la circunstancia que el estado de Coahuila, donde pacen estos utreros, están prohibidas las corridas de toros.
Lomelí gusta del toro bravo y picado. Será el debut de esta ganadería en el coso de Insurgentes tras 40 años de crianza brava. Los novillos que han mandado a la capital tienen un peso promedio de 450 kilos y cuatro años de edad.