Aguascalientes, Ags.-Los hidrocálidos Arturo Saldívar y Leo Valadez cortaron una oreja cada uno, en la corrida por el 444 Aniversario de Aguascalientes, tarde donde el español Enrique Ponce se fue de vacío, ante una entrada de tres cuartos en los tendidos de la Plaza de Toros Monumental, lidiándose toros de las ganaderías de Santa Bárbara y Teófilo Gómez, de diferente juego.
Una actuación por demás importante han sido las dos faenas del aguascalentense Leo Valadez, quien ha demostrado que tarde a tarde madura y aprende rápido para sacar su hambre por el triunfo delante de los astados sin medir consecuencias, en una tarde donde la lluvia hizo acto de presencia dejando el ruedo en malas condiciones, no obstante los matadores decidieron echar para adelante y Enrique Ponce como primer espada vino y cumplió; por su parte, a Arturo Saldívar le vimos con raza y con ganas de triunfar, peleando en todo momento ante su lote.
ENRIQUE PONCE (Corinto y oro)
“Piconero”, no. 2 con 528 kg, de la Ganadería Santa Bárbara, fue recibido con verónicas y media para escuchar palmas. El astado tenía calidad pero también mucha debilidad, por lo que al tercer muletazo del torero valenciano rodó por la arena, realizándole Enrique una faena corta de suave temple, sobre todo por el lado derecho, pincha en dos ocasiones y se retiró entre división.
Breve a la verónica ante “Amigo Alfredo”, no. 343 con 518 kg, escuchó silencio. Con la muleta ante el astado que se dejó un poco meter mano, Ponce realizó una faena de madurez taurina en su mayoría derechista, donde se impuso al burel para correr la mano con temple y con ese gusto personal del español. Por el izquierdo sin nada que hacer, retoma por la diestra para conseguir correr la mano en una buena tanda con muletazos en redondo, y de dos pinchazos y entera trasera y desprendida escuchó palmas.
ARTURO SALDÍVAR (Azul noche y plata)
El primero de su lote se llamó “Carbonero”, no. 519 con 493 kg, de Teófilo Gómez, que fue protestado de salida y devuelto al corral por su poca presencia. Lo sustituyó “Gemelito”, no. 21 y de 491 kg, de Santa Bárbara, con el que estuvo breve de capa y al que con la muleta realizó una faena derechista, toro que tuvo transmisión por ese lado ya por el izquierdo se quedaba corto y espión, por lo que retomó la senda derechista Saldívar consiguiendo dos buenas tandas con temple y calidad, tres molinetes y más toreo derechista ante el toro que se viene a menos y se defiende, para finalizar de tres pinchazos y media estocada para escuchar aplausos.
La lluvia cayó fuertemente antes de la salida del quinto de la tarde de nombre “Hidrocálido”, no. 287 con 493 kg, al que le realizó un quitazo por ceñidas gaoneras rematadas con el manguerazo de Villalta. En los medios por la espalda inicia su actuación en el ruedo que es un bizarral, pero la ambición por el triunfo de Saldívar no tiene tope, por lo que se enreda en derechazos ante el burel que tiene calidad con fijeza y colabora en una faena de enorme mérito que hace volver al público que había salido por el aguacero. Por el izquierdo nada que hacer, para retomar con la mano derecha en tres molinetes y dos estupendas tandas de derechazos, firmando en trasteo de soberbia estocada que le da merecida oreja con la que da la vuelta al ruedo.
LEO VALADEZ (Blanco y plata)
Bellas verónicas y ajustadas chicuelinas de recibo a “Tortolito”, no. 541 y de 526 kg, para luego realizar un quitazo por faroles invertidos que remató con revolera escuchando gran ovación. Cubre el segundo tercio de forma espectacular dejando cuatro pares de banderillas para ser muy ovacionado. Con la muleta de rodillas y en los medios inicia su faena, para de pie correr la mano con suavidad y temple ante un buen toro de Teófilo Gómez que tiene clase y transmisión, y que es debidamente por Valadez quien realiza un trasteo de menos a más sobresaliendo los derechazos templados y largos y de enorme suavidad. Por naturales dos tandas de enorme clase y lentitud para retomar con la mano derecha y ejecutar ceñida vitolina y dos tandas más de derechazos sentados en los riñones y de inspiración total ante la entrega del público. Pinchazo y estocada que le privan de las dos orejas, pero el público pide de forma unánime el apéndice el cual le es concedido y con el que Leo Valadez dió vuelta al ruedo con su primera oreja.
“Aniversario”, no. 553 con 508 kg, se llamó el cierraplaza al que lanceó Leo con solera fina a la verónica para rematar con media de cartel y realizar luego un quitazo por zapopinas con revolera y remanguillé recibiendo ovación del público. Espectacular y gran segundo tercio que puso al público de pie para ovacionar a Valadez en los medios, con la muleta realizó una faena de total inspiración, estética, con temple y suavidad haciendo a la perfección los tres tiempos del toreo y conectando fuerte con el respetable, y a pesar de que nuevamente aparece la lluvia, la verdad y determinación de Leo estaba por encima de todo: los naturales fueron de ensueño y los derechazos ahí quedaron, una actuación de total inspiración y arte que cala fuerte en el tendido, adornándose con trincherilla y molinetes y la vitolina, y cuando tiene ganadas las orejas, tres pinchazos le quitan el triunfo, mas no así la gran ovación cuando abandonó la plaza entre gritos de “¡Torero! ¡Torero!”.