México, 24 oct (EFE).- Cientos de chilenos marcharon este jueves por las calles de la capital mexicana exhibiendo su indignación frente al Gobierno de Sebastián Piñera, el cual atraviesa una dura crisis por las fuertes protestas sociales detonadas en los últimos días.
Desde el Hemiciclo a Benito Juárez hasta el zócalo -plaza principal- de Ciudad de México, alrededor de 300 personas protagonizaron una manifestación que destacó por las crudas críticas a un Gobierno que consideran represor, pero también por la energía y ritmo de los chilenos.
Con banderas, pancartas y cacerolas en las manos, los chilenos caminaron por algunas calles emblemáticas del centro histórico sin cesar de dar rítmicos golpes a tambores y tazas, al tiempo que entonaban cánticos.
A diferencia de muchas manifestaciones protagonizadas por mexicanos, esta destacó porque usó la festividad como motor para la indignación que sienten ante la desigualdad que se vive en su país y la represión del Ejército chileno en los últimos días.
Por ejemplo, en mitad de un cruce frente al emblemático Palacio de Bellas Artes, los chilenos se detuvieron en un semáforo y comenzaron a saltar sin parar, con júbilo.
También mientras recorrían sin ninguna prisa la calle Gustavo I Madero, la cual desemboca en el zócalo, se tomaron su tiempo para detenerse, formar un círculo y allí, entre tambores, caceroladas y gritos de «Despertó, despertó, Chile despertó», el sonido de una suave trompeta se coló entre la multitud interpretando el himno chileno.
Finalmente, los manifestantes arribaron al zócalo con las pancartas en alto.
«Estado asesino» o «Yo no estoy en guerra» fueron algunos de los lemas más llamativos.
Una de las manifestantes, la chilena Bernardita Rufineli dijo a Efe que las protestas de los últimos días, motivadas principalmente por una subida del Gobierno a los billetes de metro, fueron solo el hartazgo final de los ciudadanos después de «30 años de abusos de la clase política y de los empresarios».
«Llegó un momento en el que Chile se cansó, el pueblo dice ya no más, y salimos todos a las calles», dijo.
Y consideró que el paquete de medidas sociales que anunció Piñera el pasado martes son «puros parches que siguen chupándole la sangre al Estado».
«No hay por ninguna parte una sanción o una exigencia a la empresa privada que finalmente es la que tiene que llevarse la mano al bolsillo, no el Estado», dijo.
Otro joven chileno, Felipe Mateo, señaló a Efe que «el pueblo chileno está exigiendo justicia principalmente para la gente más desfavorecida, la mayoría del país».
«Estamos acá para exigir justicia para la clase media de Chile, para los estudiantes, para la gente que trabaja en la salud, para los trabajadores que es el segmento más desfavorecido del país a costa de una oligarquía que lleva 30 años en el poder», apuntó.
Por su parte, Camilo Rojas, otro manifestante, expuso a Efe que la ciudadanía chilena en México quiere «denunciar lo que no sale en la televisión allá», la violencia policial y militar.
«Tenemos desaparecidos, muchos menores de edad desaparecidos, compañeras violadas y muchísimos muertos, son muchísimos más que los que dice el Gobierno», clamó.
Al menos 18 personas han fallecido desde que el pasado viernes se recrudecieron las protestas por el alza del billete del Metro de Santiago y el Gobierno decretara el estado de emergencia y toques de queda en ciudades de casi todas las regiones de Chile.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, calificó este jueves como un acto de «honestidad» el hecho de que el presidente chileno, Sebastián Piñera, pidiera ayer «perdón» por la gestión de la crisis y anunciara reformas sociales tras declarar que el Estado estaba en «guerra» con los manifestantes.