México, 27 oct (EFE).- Los mexicanos han superado barreras culturales y tecnológicas, como la confianza y el acceso a Internet, y ello ha impulsado un ambiente favorecedor para la economía digital y un «boom» del comercio electrónico en el país, expresan empresarios del sector consultados por Efe.
Los ingresos en el mercado del comercio electrónico en México alcanzarían los 9.040 millones de dólares a finales de este año y los 12.479 millones de dólares para el 2023, lo que representa un aumento anual de 8,4 %, estima la empresa de investigación Statista en su más reciente reporte.
«Por fin, el comercio electrónico en México está despertando y tiene crecimientos a tasas muy altas. De hecho, a nivel mundial, México es el país con mayor crecimiento de comercio electrónico, creciendo en un 35 % la cuota de mercado», comenta este domingo en entrevista con Efe David Geisen, director general de Mercado Libre México.
Geisen, quien también es cofundador de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), señala que este aumento se debe a que ahora hay cuatro veces más mexicanos conectados a Internet que hace 10 años, pues en la actualidad existen 83 millones de internautas en el país en comparación con 20 millones de hace una década.
El empresario asevera que, de los 18 países en los que opera Mercado Libre, de origen argentino, México es el que presenta más crecimiento, pues tan solo en el segundo trimestre del año facturaron 64,4 millones de dólares, 267 % más que el mismo periodo del año anterior.
Como muestra del optimismo, la compañía invirtió 300 millones de dólares en México este año.
Mientras que en 2017 invirtió 100 millones de dólares, recursos que se destinan en gran parte a buscar soluciones de logística y a métodos de inclusión financiera, uno de los grandes retos del país.
«Hay poca bancarización, en general, en México. Hay más de 54 millones de adultos que no tienen acceso al crédito o al banco. Por lo visto, había que desarrollar métodos de pago alternativos que incluyan a esa parte de la población, sin obligarles a tener una cuenta bancaria», precisa Geisen.
CONFIANZA Y SEGURIDAD
Aunque destaca como el segundo mercado más grande para el comercio electrónico de la región después de Brasil, México afronta como retos una logística complicada por el tránsito en las ciudades y la corrupción, expone el estudio «E-commerce en Latinoamérica», elaborado por la empresa DHL.
Por estas razones, aunadas a la inseguridad, en el país existía «definitivamente» una barrera cultural, apunta Juan Sotres, cofundador de Triciclo, una empresa que surgió hace cuatro años para asesorar a pequeñas y grandes empresas en la materia.
«Antes, Internet era sinónimo de fraude, o sea, cualquier cosa que hacías con Internet era (pensar) ‘me van a robar los datos’. Pero creo que eso justo ha ido cambiando y también ha ayudado mucho la llegada de grandes jugadores», indica Sotres, en relación a compañías como Amazon, Mercado Libre y Rappi.
Sotres enfatiza que los mexicanos han «empezado a perder el miedo», sobre todo por la aparición de aplicaciones que permiten un método de pago seguro y el crecimiento del mercado en el segmento de entre 18 a 25 años y de 25 a 34 años.
El empresario mexicano destaca que su compañía ha ayudado a desarrollar 200 tiendas en línea, una cifra que atribuye a que «cada vez hay menos obstáculos» para los comerciantes y a que «la tecnología se ha democratizado».
Pese a mantener el optimismo, tanto Sotres como Geisen ven con cautela la actual discusión del paquete fiscal en el Congreso federal, que podría contemplar ajustes en los impuestos que el Gobierno mexicano cobra a las plataformas, por lo que piden a los legisladores atender las demandas del sector.
«Depende de lo que resulte de esas pláticas y lo que se legisle, sí podría llegar a afectar. No va a detener el crecimiento, pero tal vez lo puede desacelerar un poco, pero justo hay mucha gestión de todos los involucrados en que esto no sea así», apunta el directivo de Triciclo.
Al respecto, el secretario de Hacienda y Crédito Público (SCHP), Arturo Herrera, ha argumentado que no crearán nuevos gravámenes, sino que solo proponen un nuevo mecanismo para aplicarlos a la economía digital, que representa más del 5 % del PIB.